Principales edificios del Foro Romano y los Foros Imperiales


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1. El Arco de Tito // 2. El Templo de Venus y Roma // 3. El Antiquarium Forense // 4. Iglesia de Santa Francesca Romana //
5. Basílica de Constantino y Majencio // 6. Templo de Rómulo // 7. Templo de Antonino y Faustina // 8. Basílica Aemilia //
9. Curia // 10. Iglesia Santa Luca e Martina // 11. Templo de Saturno // 12. Arco de Septimio Severo // 13. Templo de Vespasiano //
14. Columna de Foca // 15. Basílica Julia // 16. Templo de Castor y Polux // 17. Templo de Julio César // 18. Templo de Vesta //
19. Casa de las Vírgenes Vestales // 20. Entrada al Palatino.


Templo Castor y Pólux


Al sur del Arco de Augusto, separado de la Basílica de Cayo y Lucio por el Vicus Tuscus, se encuentra el Templo de Castor y Pólux (Aedes Castores).

El primer templo de Castor y Pólux que se construyó, se edificó en el año 484 a.C. Por Duunviro, el hijo del dictador Aulo Postumio Albino, como agradecimiento por la derrota de los Tarquinos. Según cuenta la leyenda durante la batalla del Lago Regio (496 a.C.) entre Romanos y Latinos, dos jóvenes jinetes, condujeron a la victoria a los Romanos. Después de la batalla, estos jóvenes, Castor y Pólux, cabalgaron hacia Roma y abrevaron sus caballos en la fuente de Juturna.

En el año 117 a.C., L. Cecilio Metelo el Dalmático, reconstruyó y embelleció el templo, tras su victoria sobre los Dálmatas.

En el año 73 a.C. Verres, gobernador de Sicilia, realizó una segunda restauración. La última reconstrucción se debe al emperador Tiberio, tras el incendio del año 14 a.C., consagrándolo de nuevo en el año 6 d.C.

Hoy en día, del templo solo quedan restos en el basamento del edificio que le sucedió en época de Tiberio y tres columnas corintias de 12 metros de altura que se conocen como "las tres hermanas".

Durante la República, el Senado se reunía en algunas ocasiones en este templo y a mediados del siglo II a.C., el podio del Templo se usó como tribuna para oradores y magistrados durante lo comicios que se realizaban en esta parte del Foro.

Recientemente arqueólogos de las Universidades de Oxford y Stanford han descubierto en la que se cree que fue la casa de Calígula en los Foros romanos, que el emperador, más megalómano de lo que nos cuenta la historia, incorporó el Templo de Cástor y Pólux como uno de los accesos a su residencia, dando así un aspecto de mayor majestuosidad a su residencia.

Templo de Rómulo

El Templo de Rómulo fue identificado durante mucho tiempo como el templo dedicado a Valerio Rómulo, hijo divinizado de Majencio. Hoy se tiende a pensar que es de época constantiniana y que debía estar consagrado a los Penates. El templo original podría haber estado en el área ocupada por la Basílica de Majencio, al construirse ésta, el templo antiguo se emplazó en la vecindad, donde ahora está.

La planta del edificio de ladrillo es circular, con una fachada curvilínea en cuyo centro se abre la entrada, flanqueada por dos columnas de pórfido con bases de travertino y capiteles de mármol que sostiene un alquitrabe del mismo material. La puerta de bronce es la original. A ambos lados del edificio se sitúan cuatro hornacinas y dos salas alargadas y con ábside, precedidas por columnas de mármol veteado que debían alojar las estatuas de los Penates.

En el siglo VI el templo pasó a ser el atrio de la iglesia de los Santos Cosme y Damián, que se levantó en buena parte de lo que era el Foro de la Paz.

Templo de Antonino y Faustina


La emperatriz Faustina, esposa de Antonino Pío, murió a los 36 años, en el 141, y fue consagrada como diva. En su honor levantó el Senado un templo que sobresale por su armonía entre todos los de la romanidad. Su cella, convertida en iglesia de S. Lorenzo in Miranda desde el alto Medievo, hace sobresalir hoy, por encima del pórtico original, el ático de su graciosa fachada del siglo XVII, en armónica simbiosis de romano clásico y barroco.
El templo antoniniano se alza sobre un voluminoso podio de ancha escalera y altar (restaurada la primera). Un pórtico de seis columnas corintias, con capiteles y basas de mármol y fustes monolíticos de cipollino, seguidas de otras dos a cada lado, realza con su altura de 17 metros la importancia que para el romano de pura cepa tiene siempre la fachada. A la primitiva inscripción del arquitrabe, dedicada a Faustina, se sumó veinte años después la del cónyuge entonces fallecido, ésta en el friso, de modo que las dos rezasen: "Divo Antonino et / Divae Faustinae ex s(senatus) c(consulto)".
El fuerte contraste que hoy forman el suntuoso pórtico con las modestas fachadas laterales de peperino lo paliaban en la Antigüedad el revestimiento de éstas con placas y pilastras de mármol, de las que sólo subsisten los capiteles de las esquinas y las huellas de las grapas que fijaban las placas a los sillares.


Templo de Saturno



Dedicado a Saturno, se erige en el extremo occidental del Foro Romano, al sudoeste de los Rostra. Los cimientos más antiguos del Templo datan del 501 a.C. o 498 a.C. y se atribuyen o bien al rey Lucio Tarquino el Soberbio o a Lucio Furio, aunque es posible que esta última opción haga referencia a una reconstrucción realizada tras un incendio.

Fue totalmente restaurado por el Edil Munancio Planco en el año 42 a.C., construyéndose un gran podio de travertino, de 40 metros de largo por 22,5 metros de ancho y una altura de 9 metros. Este podio es el que hoy en día podemos observar en las ruinas del Templo.

El Templo de Saturno cuyo uso principal era el de guardar el tesoro nacional, era conocido por el nombre de Aerarium (Erario), almacenando las reservas de oro y plata, así como las insignias y los archivos nacionales. Posteriormente el archivo fue trasladado al Tabularium y el Aerarium a una edificación situada frente al Templo de Saturno.

En la cela del templo se encontraba la estatua del dios, que presidía las procesiones durante los ritos triunfales. Según las fuentes, la estatua provista de una guadaña, era de madera y era rellenada de aceite. Las piernas de la estatua eran cubiertas de tallos de lino que eran retirados el día de la Saturnalia, el 17 de diciembre.

La Saturnalia era celebrada con sacrificios y banquetes públicos, que de forma no oficial duraban siete días, del 17 al 23 de diciembre.

En el año 283, el Templo de Saturno fue reconstruido tras un incendio usando bloques pertenecientes a otros edificios más antiguos, parte de este material corresponde a la reconstrucción del año 42 a.C.

Las columnas de las ruinas del edificio actual corresponden a esta tercera edificación del Templo, de la que solo quedan ocho y el frontón parcialmente intacto. En el frontón pude leerse la siguiente inscripción: Senatus Populusque Romanus incendio consumptum restituit, ‘El Senado y el Pueblo de Roma restauró lo que el fuego había consumido’).


El Templo de Vesta



Situado al sur de la Vía Sacra, su aspecto actual se debe a la reconstrucción ordenada por la esposa de Septimio Severo, Julia Domna.

De planta circular, está formado por una cela de veinte columnas corintias y está levantada sobre un podio revestido de mármol con un diámetro de 15 metros.
Vesta, la diosa del hogar, era venerada en el ámbito doméstico y se le rendía culto en familia. El santuario público más importante dedicado a esta diosa era el templo de Vesta en el foro romano que albergaba las brasas del fuego sagrado, que según se decía había sido llevado por Eneas desde Troya, junto con el Paladium, una estatua de madera que representaba a Minerva.

Uno de los templos más antiguos y más importantes de la ciudad era el símbolo de la seguridad de la ciudad, y estaba custodiado permanentemente por 6 vírgenes vestales que tenían la obligación de mantener el fuego encendido permanentemente. Se creía que si un día se apagara el fuego un gran desastre caería sobre la ciudad, cuando esto sucedía a algunas de las vestales eran castigadas con latigazos. Pero a las que no se mantuvieran castas durante su sacerdocio les esperaban castigos peores, ya que eran enterradas vivas (en los 1.000 años de historia del templo solo sucedió 18 veces), el motivo de que fueran enterradas vivas es que no podía derramarse la sangre de una virgen vestal.

Estas sacerdotisas llamadas vestales al principio eran cuatro, seleccionadas por el rey de Roma posteriormente pasaron a ser 6 y eran seleccionadas por el pontifex maximus entre las familias aristocráticas, no tenían que tener ningún defecto físico o psíquico y ser hijas de ciudadanos itálicos nacidos libres y que aún vivieran.

Una vez seleccionadas a la edad de 6 a 10 años, servían durante periodos de treinta años sometidas a severas reglas, estos 30 años se dividían en los 10 primeros, aprendiendo, los 10 siguientes desempeñando funciones en el templo y los últimos diez enseñando. Durante su sacerdocio recibían muchos honores y privilegios, y se les entregaban los testamentos para su custodia en la casa de las Vestales cerca del foro.
Pasado los treinta años las vírgenes vestales quedaban en libertad para contraer matrimonio, aunque eran pocas las que se casaban. A la cabeza de las vírgenes vestales estaba la Vestal Maxima, responsable del resto de las vestales. A principios de junio de cada año se celebraban fiestas en honor de Vesta, llamadas Vestalia.



Templo de la Concordia


El Templo de la Concordia en la antigua ciudad de Roma fue el principal templo de la ciudad dedicado a la diosa de la Concordia. Se encontraba en el extremo occidental del Foro Romano. Puede que en origen se remontara al siglo VI a. C., pero no hay acuerdo sobre su datación exacta. Fue destruido y restaurado varias veces a lo largo de su historia, y su última restauración, entre los años 7 y 10 a. C. bajo el emperador romano Tiberio, está descrito por Plinio el Viejo en su Historia Natural.

La historia del templo se remonta a las luchas civiles del principio de la República. Para celebrar la pacificación entre patricios y plebeyos tras la aprobación de las leyes Licinias en 367 a. C., el Senado ordena la construcción del templo en honor de la Concordia que Marco Furio Camilo había prometido si la paz se restablecía.

Una primera reedificación se debe en 121 a. C. al cónsul Lucio Opimio (quien también habría mandado edificar la Basílica Opimia en su vecindad), tras el asesinato de Cayo Graco

Tiberio reconstruyo el templo entre los años 7 a. C. y 10 d. C., esta reconstrucción es que ha conservado, que tiene la curiosidad (compartida con el vecino templo de Vespasiano y Tito) de tener una cella más ancha que larga (45x25 metros), sobre un podio con escalinata de acceso central precedida por un pronaos de seis columnas corintias.

En este edificio se celebraron algunas reuniones del Senado. Tiberio albergó en el pinturas y esculturas griegas.

Este templo principal en el Foro de Roma parece que ha sido el modelo para templos de la diosa Concordia en otros lugares del imperio. Una reproducción de este templo se encontró en Mérida (España).





El Templo de Venus y Roma



El imponente templo de Venus y Roma fue construido por el emperador Adriano, se construyó sobre los restos del atrio de la Domus Aurea de Nerón, situándose entre la Basílica de Majencio y el Coliseo.

Se inició su construcción en el año 121 y se inauguró en el año 135 d.C. Medía 145 x 100 metros siendo uno de los más grandes construidos en Roma. Se erigió para simbolizar la unión entre Venus, diosa tutelar de la gens Julia y Roma. El templo era doble, formado por dos celdas contrapuestas, la celda de la diosa Roma estaba orientada hacia el Foro, y la celda dedicada a Venus, orientada en dirección al Coliseo.

El edificio, de aspecto griego, está inserto en un pórtico con columnas que le deja libres las fachadas. El aspecto definitivo del templo es debido a las restauraciones tras un incendio llevadas a cabo por Majencio. Hoy sólo quedan los restos de la pared de la Cella (parte interior de los templos), y diez columnas de granito gris que formaban parte de la columnata que se extendía a lo largo de la platea.

Roma era la personificación de la Ciudad Eterna y Venus originariamente en la mitología romana, era la diosa de los jardines y campos, pero posteriormente se identificó con la diosa griega Afrodita, la diosa del amor y la belleza.



La Basílica Emilia


Fue construida por los censores M.Fulvio Novidio y M. Emilio Lépido, en el año 179 aC recibiendo así el nombre de Basílica Aemilia et Fulvia. A lo largo de los siglos fue modificada y mejorada, por varios de los componentes de la Gens Emilia. En el año 14 a.c. fue destruida por un incendio y reconstruida por L. Emilio Lépido y por Augusto. Su última restauración se efectuó tras el incendio del 410 dC durante la invasión de los visigodos de Alarico.

La Basílica Emilia es la única superviviente de la Roma Republicana. Su función principal era albergar las actividades políticas, económicas y judiciales del Foro cuando el tiempo no permitía que se realizaran en el exterior.



Templo de Majencio y Constantino


En la antigua Roma las basílicas no realizaban una función religiosa. La Basílica de Majencio y Constantino situada cerca de la Praefectura Urbis era utilizada como la casa de las cortes de Roma ya en el bajo Imperio. Su construcción se empezó bajo el mandato del emperador Majencio entre el 307 y el 310 y fue terminada por Constantino después del 312, quien modificó la entrada trasladándola desde la fachada este a la sur, situada en la Vía Sacra y cambió la distribución interior.

Por su calidad y alcance esta edificación fue considerada como uno de los monumentos más importantes de la antigüedad clásica. Desde la entrada del primer edificio se accedía a un estrecho atrio desde donde se pasaba a la gran nave central. Hoy en día solo quedan tres entradas cubiertas por bóvedas de cañón. Sus medidas eran de 110 metros de largo por 65 de ancho por 35 de altura, soportado por 8 columnas de 14,5 metros de altura, dentro del edificio, en el ábside semicircular, se encontraba una colosal estatua de Majencio o de Constantino. De la cual el pie media 2 metros y la cabeza y el cuello median 2,6 metros.




La Basílica Julia


Situada al lado sur del Foro Romano era la antigua basílica Sempronia, uno de los primeros edificios de este tipo en Roma, construida en el año 170 a.C. por Tiberio Sempronio Graco, sobre la casa de Escisión el Africano.

Julio César reconstruyó sobre el solar de la basílica Sempronia la basílica que habría de ser la más monumental de todas las basílicas republicanas. Acabada durante el mandato de Augusto cambió de nombre para recibir definitivamente el de Basílica Julia.

Esta basílica sufrió varios incendios, el primero en el año 14 aC ocupándose de reconstruirla de nuevo el emperador Augusto nuevamente en el año 12 aC. Durante el mandato de Carino hacia el 283 dC se produjo un nuevo incendio y fue nuevamente reconstruida por Diocleciano. Por último, durante el saqueo de Alarico en el año 410 dC sufrió una destrucción parcial, volviendo a ser reconstruida el año 416 por el prefecto de la ciudad, Gabinio Vetio Probiano.

La basílica era el lugar donde se encontraba la administración de justicia o donde se podía comerciar. Se trataba de una gran espacio cubierto al que se accedía a través de un pórtico en el lateral o en los extremos, en el otro lado del edificio se situaba el altar. El espacio estaba separado por una nave central más ancha, flanqueada por dos naves laterales separadas por columnas. La nave central más alta permitía que se iluminara el interior del edificio a través de una serie de claraboyas. Medía 96 por 48 metros y tenía una gran nave central de 82 por 18 metros. Esta nave era dividida en cuatro partes a través de maderas y cortinas para poder admitir cuatro tribunales simultáneamente, usándolo entero en procesos importantes. Actualmente solo se conserva el podio con sus peldaños.




El Tabulario (Tabularium)




Situado en el extremo occidental del Foro, detrás del Templo de la Concordia y del Templo de Vespasiano y Tito, fue erigido como un monumento a la burocracia romana, albergaba, los archivos del estado, las tablas de bronce con las leyes y las actas oficiales del estado.

Tras una reestructuración del Capitolio, que había resultado dañada por un incendio en el año 86 a.C. fue inaugurado por el cónsul Quinto Lutacio Cátulo en el año 78 a.C., año de la muerte de Sila.

Estaba formado por dos partes, el Tabuliarium, formado de varias plantas, cuya entrada se situaba al Asylum del Capitolino y un gran basamento llamado Substructio, que estaba adosado al talud rocoso de la colina.

Al pasillo de la primera planta que estaba iluminado por estrechos ventanucos, se sobrepone una galería de diez arcos, dividida en tramos, cada uno cubierto por una bóveda, hoy en día una parte de esta galería está cegada. Por encima de esta se elevaba otra arquería, encuadrada en un orden corintio.

El podio del templo de Vespasiano y Tito cubrió una entrada a una escalera que unía la planta del Foro con el Templo de Veiove.

Ya en la Edad Media, se edificó encima de sus restos en una fortaleza transformada más tarde en Palacio Senatorial. Desde entonces se uso para la administración de la ciudad y durante los siglos XIV y XVII se usó en parte para vender sal. También algunas salas fueron usadas como calabozos hasta la segunda mitad del pasado siglo.


Arco de Septimio Severo


Situado en el nordeste del Foro Romano, cerrando la plaza, se sitúa entre los Rostra y la Curia. Su construcción data del 203 d.C. y fue edificado para conmemorar las victorias en las campañas del emperador sobre los partos en los años 195 d.C. y 197 d.C.

El Arco de Séptimio Severo, compuesto por tres arcos, mide aproximadamente, 20 metros de altura por 25 metros de ancho y 11 metros de profundidad y está realizado en travertino y ladrillos, revestidos de mármol.


Colocados sobre los arcos laterales, encontramos cuatro paneles de 3,92 por 4,72 metros, donde se representan episodios de las dos campañas. Se deben interpretar de abajo hacia arriba, empezando por el panel situado más a la izquierda.
Los relieves, en los que se alude a las victorias tanto del emperador sobre los partos, como de sus dos hijos, Caracalla y Geta, se encuentran muy deteriorados.
En la parte superior se encuentra una dedicatoria a Septimio Severo y a su hijo Caracalla. El nombre de su otro hijo, Geta, fue borrado por orden de Caracalla, que tras la muerte de su padre, asesinó a su hermano y mandó borrar su nombre de todos los monumentos.


El Arco de Tito


El Arco de Tito esta situado en la Vía Sacra, al sudeste del Foro Romano, al sur del templo de Venus y Roma. Fue construido por su hermano Domiciano siendo emperador. El Arco conmemora la victoria de los romanos sobre la revuelta judía (66-73), dirigidos por el emperador Tito.

El cuerpo del Arco de Tito esta formado por una sola abertura asentada sobre dos pilares decorados por dos pares de columnas. Mide 15,40 por 13,50 metros.

En el lado norte se puede ver la representación de portadores de fasces precediendo al emperador coronado con la victoria, seguido de una joven con el toro desnudo en representación del pueblo romano y un hombre con la toga en representación del Senado.

En la cara sur se puede ver la representación del cortejo a través de la Porta Triumphalis, con las reliquias del Templo de Jerusalén, la Menorah, el altar de oro, trompetas de plata, etc.

Fue incorporado a fortificaciones medievales gracias a lo cual se conservo mucho mejor y pudo ser restaurado como Arco por Vladier en el año 1822.


El Arco de Constantino


Los arcos de triunfo son uno de los monumentos más importantes del Imperio Romano, sirvieron de soportes propagandísticos, a parte de su función honorífica.

El arco de Constantino (312-315) situado entre el Coliseo y la colina del Palatino, fue erigido para conmemorar la victoria de Constantino sobre Majencio en la batalla de Ponte Milvio en el año 312 dC. El triple arco tiene cuatro columnas exentas y una decoración escultórica compleja, los medallones y frisos presentan una gran cantidad de temáticas: batallas, sacrificios, distribución de dádivas...

En su parte superior se puede leer lo siguiente: Al Emperador y César Constantino, el grande, el pío, el afortunado, que por inspiración de Dios, grandeza de espíritu y valor de su ejército, liberó al estado del Tirano y de sus partidarios, el Senado y el Pueblo de Roma dedicaron este arco de triunfo.

Fue construido en una época en la cual muchos artistas se habían marchado de Roma para ir a Constantinopla, ese es el motivo por el que la decoración escultórica del Arco fue cogida de otros monumentos más antiguos (ver imagen), práctica que a partir de entonces se convirtió en habitual.


Arco de Jano



El Arco de Jano, en latín Ianus Quirinus,es un antiguo cuádruple arco romano que se encuentra en la ciudad de Roma, concretamente en el Foro Boario, muy cerca del Arco de los Argentarios. Es uno de los escasos arcos romanos que se conservan en Roma.
El cuádruple arco es una construcción realizada en mármol cuyas dimensiones son de 16 metros de altura y 12 metros de ancho. Por los análisis llevados a cabo el arco posiblemente se construyó a principios del siglo IV d. C.; sustituyendo probablemente a otro construido en el mismo lugar.

El Arco de Jano no se puede considerar propiamente un arco triunfal, sino más bien su función sería de indicar uno de los límites del Foro Boario. La estructura presenta una serie de interesantes nichos cuyas medias cúpulas tienen forma de concha, y en la antigüedad presentaban unas pequeñas columnatas que fueron arrancadas en la Edad Media, en dicha época, concretamente en el siglo XIII d. C. se construyó una fortaleza en el ático de dicho arco.

En la base sureste del Arco se halla una puerta que conduce a los niveles superiores. Coronando el arco debió de haber un ático, existiendo la posibilidad de que el edificio estuviese rematado por una pirámide. Fragmentos de la inscripción original se encuentran en la cercana iglesia de San Giorgio al Velabro.


El Mercado de Trajano


El Mercado de Trajano es un gran complejo arqueológico situado en la Vía del Foro Imperial, cerca del Coliseo. Se creía hasta hace poco tiempo que el edificio servía como un gigantesco mercado, compuesto por unas 150 tiendas que vendían los más variados productos. Fue construido por el arquitecto Apolodoro de Damasco bajo el Imperio de Trajano entre los años 107 y 110.

Unidad con el Foro

Actualmente se cree que formaba parte del Foro de Trajano, aunque su culminación fue anterior a éste. Ocupaba tres terrazas sucesivas, cortadas en la ladera del Quirinal y contigua a los foros imperiales. El conjunto tenía seis plantas, en forma de abanico, con escaleras, calles y galerías de tiendas. Posiblemente las obras ya comenzaron bajo el Imperio de Domiciano, utilizándose por primera vez el ladrillo a gran escala. Parte de las salas se utilizaban para el comercio y otras para la administración del Foro.

En la Edad Media se añadieron al mercado otros pisos y una torre defensiva: la Torre de las Milicias (año 1200), y posteriormente un convento. Este último fue demolido a principios del siglo XX en el marco de los programas de recuperación del patrimonio arqueológico de Roma.

Servicios

El sitio posee página oficial (http://es.mercatiditraiano.it/) y puede visitarse entre las 9:00 y las 21:00 (con variaciones en algunos meses). Puede llegarse en transporte público: línea 40 hasta Nazionale/Quirinale; 60 hasta Fori Imperiali/Campidoglio; o bien 170 hasta Piazza Venezia. El precio de la entrada es de 6,50 € (tarifa reducida 4,50) y puede variar según haya o no eventos programados. La entrada es gratuita durante la Semana de los Bienes Culturales, la Noche Blanca, la Navidad de Roma y en otros momentos que dispone el Ayuntamiento de Roma.

Se encuentran disponibles audioguías (3,50 € en italiano, inglés, francés, alemán y español) y existen interesantes proyectos de recrear tecnológicamente la vida cotidiana del mercado, mostrando detalles de su construcción, las técnicas utilizadas en ese momento y en general los ambientes de su entorno cultural. Parte de esos proyectos pueden verse ya en la página oficial o en diversas exhibiciones y exposiciones programadas. El lugar va adquiriendo por esto un gran interés por parte del público en general, ya no sólo de especialistas o estudiantes de distintas carreras. Esto hace que la visita al mercado recree una atmósfera de actividades múltiples tan compleja como lo fue en sus momentos de esplendor.


Fontana di Trevi



La Fontana di Trevi aparece de repente, al doblar una esquina, tras recorrer varias callejuelas en su búsqueda. En las imágenes de documentales o de la película “La Dolce Vita” de Federico Fellini parece estar en una gran plaza, pero en realidad está en una plazoleta, adosada a la fachada de un palacio. Forma parte de su encanto.

La Fontana di Trevi se construyó en siglo XV por orden del papa Nicolás V, costeándola con un impuesto sobre el vino. Los romanos se quejaban de que el papa se llevaba el vino a cambio de agua.

El nombre de la fuente viene de que en la plaza donde se ubica confluían tres caminos (tre vie).

La fuente que ahora podemos contemplar es del siglo XVII y la figura principal es Neptuno que aparece en un carro con caballos marinos. También destacan la Alegoría de la Salud, a la derecha de Neptuno, y la Alegoría de la Abundancia, a la izquierda.

Si quieres volver a Roma, según la tradición, debes lanzar una moneda a la fuente, pero de espaldas a ella.

La tradición indica que se deben lanzar dos monedas, la primera pidiendo volver a Roma y la segunda con un deseo.

Por el día la pequeña plaza se llena de turistas. Por eso, es recomendable hacer una visita de noche, otra de manera de contemplar la Fontana di Trevi, también espectacular gracias a la iluminación especial con que cuenta.


El Panteón


El Panteón es el monumento del Imperio Romano mejor conservado de Roma. A pesar de ello la entrada es gratuita.

Frontal exterior del Panteón
Fue construido por orden del emperador hispano Adriano a principios del siglo II tras un incendio en el templo que había anteriormente debido a Marco Vipsanio Agripa. Adriano no quiso quitar la inscripción del templo original y por ello que al Panteón también se conoce como Panteón de Agripa.

El Panteón es un templo dedicado a todos los dioses. El edificio causa admiración por su dificultad técnica, dadas los medios de la época. Su cúpula interior es una proeza arquitectónica de gran armonía y simetría. Hasta 1960 no se construyó en el mundo otra cúpula de mayor diámetro (43,3 metros).

Se desconoce quién fue el arquitecto, pero se cree que fue Apolodoro de Damasco.

Óculo del Panteón
Para que la cúpula no se derrumbara se redujo su peso con los artesones cuadrados del techo y reduciendo el grosor conforme aumentaba la altura. Un complicado juego de arcos que hay en el interior desvía el peso hacia 8 robustas columnas. En lo alto hay un óculo de 9 metros de diámetro que ilumina la estancia.

En el exterior, la cúpula está precedida por una pronao de columnas y frontón. En el friso se encuentra la inscripción atribuyendo la construcción a Agripa, lo que hizo que hasta el siglo XIX no se descubriera que el actual Panteón en realidad es posterior. Se cree que el frontón estaba decorado con estatuas de bronce.

Fue convertido en iglesia a principios del siglo VII, Santa María de los Martires, lo que ayudó a su conservación. Hoy en día, sirve de complejo funerario de importantes personajes italianos como Rafael, Vignola y de reyes de la Casa de Saboya.


El Palatino



Se levanta sobre el antiguo Foro romano y fue el lugar de residencia de los más altos ciudadanos del Imperio Romano, así como de los emperadores. Hoy en aquel lugar se encuentran las ruinas de la que un día fuera el centro administrativo donde se desarrolló gran parte de la Historia romana y que un día fueran las casa de Augusto, Livia o Septimio Severo.
De aquellos primeros siglos de la vida de la ciudad se tiene constancia de la construcción de los templos dedicados a la Victoria, a Júpiter Statore o Júpiter Triunfador. Apenas había en los comienzos edificio público en la zona ya que durante la República era el lugar donde vivían los principales ciudadanos, pero fue el nacimiento de Augusto en el Palatino el que hizo que la Historia del lugar cambiara. Corría entonces el año 63 a.C. Unos años después se construyó el templo a Apolo.
El primer palacio se le debe a Tiberio, que más tarde sería ampliado por Calígula hasta alcanzar al mismo Foro romano. Más tarde, entre los años 81 y 92 d.C. fue Domiciano el que construyó en el Palatino la Domus Augustana, la que fuera residencia oficial de todos los futuros emperadores durante más de 300 años. Sobre finales del siglo II, principios del III, Septimio Severo amplió el Palatino hacia el sur construyendo arcos de 30 m. de altura además de levantar el Septizodium, un escenario de varios pisos con columnas y estatuas dignos del boato de un Imperio.
Practicamente con Severo acabó el auge del Palatino, y fue a principios del siglo IV, con Diocleciano cuando comenzó a abandonarse. Tras Constantino, la capital se desplazó a Bizancio y el Palatino perdió toda su razón de ser.
Éstos son los principales lugares, de norte a sur, que os encontraréis en el recinto del Palatino:
- Las cabañas de Rómulo, de las que se dicen que datan del siglo IX a.C.. Situadas en la parte más al norte del Palatino. Junto a ellas se encuentra el Templo de Cibeles, diosa de la fertilidad.
- La casa de Augusto, donde vivió antes de ser emperador.
- La casa de Livia, justo enfrente de la de Augusto y donde no debéis perderos las pinturas murales que aún se conservan.
- La Domus Flavia, de la que se conserva el patio, de rico mármol, y según las crónicas romanas, una de las más espléndidas casas.
- La Domus Augustana, de la que ya os hemos hablado, y que se convirtió en residencia de emperadores.
- La exedra, una especie de mirador o balcón que daba al estadio.
- El Palacio de Septimio Severo, en la parte más al sur del palatino, caratcerístico por sus arcos gigantes.


El Circo Massimo


El Circo Máximo (en latín Circus Maximus, ‘la pista [de carreras] mayor’) era una antigua pista de carreras lugar de reunión para espectáculos populares situado en Roma.

Situado en el valle entre los montes Aventino y Palatino, el lugar fue utilizado primero para juegos públicos y entretenimientos por los reyes etruscos de Roma. Ciertamente, los primeros juegos de los Ludi Romani (‘Juegos Romanos’) fueron organizados en ese lugar por Lucio Tarquinio Prisco, el primer gobernante etrusco de Roma. Algo después, el Circo fue el lugar destinado a los juegos y fiestas públicas tomados de los griegos en el siglo II adC. La demanda de entretenimientos populares a gran escala por parte de la ciudadanía romana llevó a Julio César a ampliar el Circo sobre el 50 adC, tras lo cual la pista medía aproximadamente 600 metros de largo, 225 metros de ancho y podía albergar a unos 150.000 espectadores sentados (muchos más, quizá un número parecido, podían ver los juegos de pie, agolpados en filas sobre las colinas adyacentes). En el 81 dC, el Senado construyó un arco triple en honor de Tito junto al extremo este (que no debe confundirse con el Arco de Tito de la Vía Sacra, en el lado contrario del Palatino). El emperador Domiciano conectó su nuevo palacio del Palatino al Circo para poder ver más fácilmente las carreras. Más tarde Trajano añadió otros 5.000 asientos y amplió el palco del emperador para incrementar su visibilidad pública durante los juegos.

El acontecimiento más importante celebrado en el Circo era la carrera de carros. En la pista cabían hasta 12 carros y los dos lados de la misma se separaban con una mediana elevada llamada la spina. Las estatuas de varios dioses se colocaban en la spina y César Augusto también erigió un obelisco egipcio en ella. En cada extremo de la spina había un poste de giro, la meta, en torno al cual los carros hacía peligrosos giros a gran velocidad. Un extremo de la pista se alargaba más que el otro, para permitir que los carros se alinearan al comienzo de la carrera. Allí había verjas de salida o carceres, que escalonaban los carros para que todos ellos recorrieran la misma distancia en la primera vuelta.

Se conserva muy poco del Circo, con la excepción de la pista de carreras, hoy cubierta de hierba, y la spina. Algunas de las verjas de salida se conservan, pero la mayoría de los asientos han desaparecido, sin duda por haber sido empleada la piedra para construir otros edificios en la Roma medieval.


El Capitolio



La colina capitolina (o del Campidoglio), la mas pequeña de las siete de Roma, fue especialmente importante en la época clásica, desde aquí se gobernaba el Imperio Romano y Según la "Mirabila Romae", una guía del siglo XII, el Capitolio era el centro del mundo - el Congreso de Estados Unidos siglos después le robaría el nombre: "The Capitol".

En el monte Campidoglio se levantaron los templos romanos mas importantes y culminaron las marchas triunfales de los cesares victoriosos. Pero, con el paso de los siglos, el Capitolio se fue abandonando y degradando hasta que Miguel Ángel le devolvió el esplendor de antaño.


Hoy aparece tal y como la concibió Miguel Ángel en 1536, siendo la primera plaza planificada de Roma, la urbanizó para devolverle el prestigio de tiempos pasados, únicamente la estatua de Marco Aurelio es una copia, y el original (con su chapa de oro parcialmente intacta) se halla en los Museos Capitolinos.


Se accede a ella a desde de la concurrida Plaza Aracoeli a través de la escalera de Miguel Ángel (la Cordonata), a la plaza geométricamente delineada, con sus tres edificios bajos y armoniosos que actúan como fondo teatral y que sólo puede ser rivalizada por la plaza del Vaticano creada un siglo más tarde y donde el Capitolio le ha servido de inspiración a su autor, Bernini. En la parte superior de La Cordonata se pueden ver las estatuas de Cástor y Pólux, los Dioscuros defensores de la Roma republicana.

El Coliseo


Hacia el siglo I a. C. se creó en Roma un edificio para albergar las luchas de gladiadores, el anfiteatro, que se construyó en todas las ciudades importantes del Imperio. El Anfiteatro Flavio, o Coliseo, fue el mayor todos ellos y uno de los monumentos más grandes construidos en la Antigüedad. Se eligió para su emplazamiento la zona del antiguo lago de la Domus Aurea de Nerón, que fue desecado hacia el Tíber por una alcantarilla. Debe su nombre precisamente a su proximidad a una colosal estatua de Nerón. Es sin duda la obra más representativa del arte romano, y que representa a dicho arte siendo símbolo de la grandeza y poderío del imperio romano.
Su construcción se realiza por mandato de Vespasiano en el año 72 d.c, y se inaugura en el año 80, bajo el reinado del emperador Tito, Dio Casio afirma que se sacrificaron 5000 animales durante los 100 días que duraron los festejos de inauguración. Disponía 80 filas de gradas y albergaba 109.000 espectadores que podían acceder o salir de a menos de tres minutos gracias a una compleja red de pasadizos y salidas. Se trata de un edificio monumental, cuyo radio mayor tiene 188 m y el menor es de 156. La altura del edificio es de 57 metros. El anfiteatro es de planta elíptica, con una estructura curva que le confiere un gran sentido espacial. La mayoría de los palcos tenían una antesala y estaban distribuidos según su estatus social. La arena esta formada por unas vigas de madera bajo las cuales hay un sótano con pasillos, jaulas, almacenes, cárceles, ascensores, y demás elementos necesarios para el desarrollo de los espectáculos.
El problema que presenta la enorme carga de la cávea o espacio de gradas destinado a los espectadores, se resuelve mediante la inclusión de poderosos arcos de medio punto que sostienen las bóvedas anulares, sobre las que se asientan los diferentes niveles de gradas. Al exterior tres líneas de arcadas superpuestas articulan el muro, correspondiéndose con los tramos abovedados del interior. Los arcos se encuentran flanqueados por semicolumnas y rematados por dinteles, que sirven de cornisa de separación con el piso superior. En el Coliseo Romano se realizaban sangrientos espectáculos públicos. Este tuvo especial crueldad en tiempos paleocristianos, es decir en los tres primeros siglos de nuestra era. Entre los espectáculos públicos destacan:
Venationes: Los juegos duraban todo el día. Por la mañana se soltaban las fieras que peleaban entre sí o contra «cazadores»: También se usaban para dar muerte a los condenados; algunos mártires cristianos perecieron de esa forma, pero no hay constancia de casos ocurridos en el Coliseo. En las luchas de animales se utilizaron todo tipo de especies, como los osos polares, elefantes, tigres de la India o rinocerontes. Los bestiarios eran los que se enfrentaban contra las fieras; a veces incluían en el programa alguna «gracia», como luchar en zancos contra gatos monteses. Hacia mediodía se retiraban los cadáveres y se cubría el pavimento de arena limpia para preparar el plato fuerte: las luchas de gladiadores.
Gladiadores: En los ludí gladiatorí, luchadores bien entrenados se enfrentaban por parejas de maneras diversas. El origen de los combates de gladiadores se atribuye a los etruscos. Los gladiadores eran en su mayor parte prisioneros de guerra o esclavos a los que se adiestraba en una especie de cuarteles con instructores especializados; también había hombres libres que se entregaba a los lanistas (empresarios de gladiadores) por simple gusto. Los gladiadores se adiestraban, según sus aptitudes, en armas diferentes. Entre los dique versos tipos, destacaban los samnitas que usaban escudo y espada; los tracios, se protegían con una rodela y luchaban con puñal; los murmilones que llevaban casco decorado con un pez y solían combatir con los retiari; armados con una red y un tridente; los ecuestres, que luchaban a caballo con una lanza, y los meridiani que se batían en los días que había otros espectáculos para rellenar los intermedios y el tiempo de descanso que quedaba al mediodía.
Antes de empezar la lucha, los gladiadores saludaban al emperador con el clásico «Ave, imperator, morituri te salutant». Varias parejas o grupos combatían a la vez ¿Cuando un gladiador era herido, podía solicitar el perdón. El emperador escuchaba la opinión de la muchedumbre sobre si había luchado como era debido. Si todos agitaban el pañuelo al caído se le perdonaba la vida. En caso negativo, la gente volvía hacia abajo el puño con el pulgar tieso y el gladiador era rematado por el vencedor o por un sirviente. El gladiador victorioso era recompensado con riquezas y conseguía ganarse las simpatías del público. El más preciado honor que podían obtener era el sable de madera (rudis) símbolo de liberación.
También se escenificaban batallas mitológicas e históricas con los contendientes convenientemente disfrazados. Estas escenas servían para dar muerte a los condenados de Una manera «imaginativa»: mientras que en los espectáculos normales la muerte del protagonista era ficticia, ya que en el último momento se le sustituía por un monigote en el circo, el actor destinado a morir, moría de verdad.
Aunque no era su espacio natural, en el Coliseo también llegaron a celebrarse naumaquías o simulacros de batallas navales, como la ofrecida en tiempos de Domiciano. Para conseguirlo algunas zonas del pavimento se eliminaban para inundar la arena de agua.


Se calcula que en estos juegos murieron entre 500.000 y 1.000.000 de personas.
A lo largo de los siglos XV y XVI, el travertino que lo recubría fue arrancado para reutilizarlo en otras construcciones. Entre otras, se utilizó para el Palacio Barberini y para el Puerto de Ripetta. Un conocido dicho latino reza Quod non fecerunt Barbari, fecerunt Barberini (lo que no se atrevieron a hacer los bárbaros, lo hicieron los Barberini). También se utilizó para quemarlo y obtener cal y para recubrir con mármol el Vaticano. El expolio de piedras continuó hasta 1749, en que Benedicto XIV consagró el monumentos como iglesia pública en memoria de los mártires
allí ejecutados. Una de las últimas barbaridades que sufrió el Coliseo fue ser objeto de simbolizar el borrador de la historia de Italia por parte de los militares. La parte del edificio que falta fue una bomba caída en el mismo durante la segunda guerra mundial.


Foro de César



El primer mandatario que ordenó ampliar el antiguo centro de la ciudad con un nuevo foro fue Cayo Julio César en el año 54 a. C. Fue inaugurado en el año 46 a. C., aunque probablemente estaba aún incompleto y fue terminado posteriormente por Augusto.

La nueva construcción se edificó al pie del monte Capitolino, lindando con el antiguo centro. Así se formó el Foro Iulium. Se trata de un recinto rectangular como era habitual en las plazas públicas de Grecia. En tres lados había edificios porticados y en el último se hallaba un templo dedicado a Venus, ya que la familia de Julio César afirmaba ser descendiente de la diosa. En frente del templo situó una estatua de sí mismo montando a Bucéfalo.

La ubicación del foro de César junto a los centros de poder de la antigua Roma (el Foro y la Curia), así como los símbolos de autoridad (su comparación con Alejandro Magno, la relación con los dioses), tenían una clara función ideológica. La construcción de templos y palacios siempre ha sido utilizada a lo largo de la historia para escenificar la autoridad de reyes y estirpes para ocupar el poder.


Foro de Augusto


En la batalla de Filipos en el 42 a. C., en la que Augusto y Marco Antonio vengaron la muerte de César, Augusto prometió construir un templo dedicado a Marte. El inconcluso foro de Cesar se inauguró en 2 a. C., tras habérsele añadido una segunda plaza monumental, el Foro de Augusto.

El nuevo complejo era una enorme plaza ligeramente girada respecto a la de César. Estaba separada del barrio de Subura con un muro alto para protegerlo de los frecuentes incendios, ya que una gran parte de los edificios romanos estaban construidos en madera. Rodeaban la plaza grandes pórticos terminados en exedras.

La decoración de este nuevo foro reforzaba el mito de que Roma fue fundada por el mismo Marte a través de Rómulo y Remo.


Foro de Nerva


Domiciano decidió unificar el espacio situado entre el templo de la paz y los foros de César y Augusto (de ahí que se le llame transitorio). De este modo construyó un nuevo Foro monumental que conectaba todos los demás.

El espacio era irregular, ocupado en parte por una de las exedras del foro de Augusto y por la via dell'Argiletto. La decoración de los pórticos perimetrales esta dedicada a la diosa Minerva. El nuevo foro unificó la entrada a todos los foros a través de una puerta monumental, el Porticus Absidatus.

A la muerte de Domiciano, el foro fue inaugurado por su sucesor Nerva, que le dio su propio nombre


Foro de Trajano


La ampliación más importante fue, sin embargo, realizada por Trajano para celebrar su victoria sobre los partos entre los años 107 y 112. Puesto que el espacio libre presente no era suficiente para los planes de este emperador se derrumbaron diversos edificios y monumentos. También era necesario un importante movimiento de tierra para eliminar la colina que conectaba el capitolio con la colina del Quirinal. Así se realizó un nexo entre la vieja ciudad y la nueva ciudad que había crecido en los Campos de Marte.

El Foro de Trajano es el último y más impresionante de los foros imperiales. Su construcción en un tiempo relativamente breve fue posible gracias a la utilización de un nuevo material: el hormigón. Sólo las partes externas de los muros se realizaron en pierda maciza, mientras que los huecos se llenaron con cemento. Los edificios resultantes eran resistentes al paso del tiempo y de paso evitaban la propagación de los incendios en esta zona. En el Foro de Trajano se irguió también la Columna de Trajano, adornada con un relieve que celebra las victorias militares de este emperador

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1 Response to "Principales edificios del Foro Romano y los Foros Imperiales"

  1. Daniel Prado says:
    11 de julio de 2013, 9:59

    Buenos días,

    Sólo comentar que la foto de la Fontana de Trevi está sacada de la siguiente dirección:

    http://www.daniel.prado.name/Varios-Viajes.asp?art=151#fontana_di_trevi

    Lo comento porque soy el autor y para publicar la procedencia de tal foto.

    Esta forma parte de mi guía de viajes sobre Roma

    Si pudierais citar el autor y enlazarme, os lo agradecería...

    Gracias y un saludo

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