Pisa





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La Catedral



El corazón de la Piazza dei Miracoli es el Duomo, la catedral medieval dedicada a la Asunción de la Virgen (Santa Maria Assunta, en italiano). Es una basílica de cinco naves con un transepto de tres naves. Se empezó a construir en 1064 por el arquitecto Buscheto y originó el distintivo estilo románico pisano en arquitectura. Los mosaicos del interior muestran una fuerte influencia bizantina, mientras que los arcos apuntados indican la influencia islámica. La fachada, de mármol gris y piedra blanca con discos de mármol coloreado fue construida por el maestro Rainaldo, como se indica en una inscripción sobre la puerta central: Rainaldus prudens operator.Las enormes puertas principales, de bronce se realizaron en los talleres de Giambologna pero en el pasado los visitantes entraban por la Porta di San Ranieri (Puerta de san Rainiero), en frente de la Torre Inclinada. Realizada alrededor de 1180 por Bonanno Pisano, esta puerta está actualmente desplazada de su ubicación original al lado opuesto del Baptisterio cuando se erigieron las puertas de Giambologna.Por encima de las puertas hay cuatro filas de galerías abiertas con estatuas en lo alto de la Virgen con Niño y, en las esquinas, los Cuatro evangelistas. Una de estas galerías contiene la tumba de Buscheto.El interior está cubierto de mármol blanco y negro y tiene una techumbre dorada y una cúpula con Fue ampliamente redecorada después de un incendio en 1595, que destruyó la mayor parte de obras de arte medievales.El impresionante mosaico, del ábside, de Cristo en majestad, flanqueado por la Virgen y san Juan Evangelista, sin embargo, sobrevivieron al incendio. Recuerda a los mosaicos de la iglesia de Monreale, Sicilia. Aunque se dice que el mosaico era obra de Cimabue, sólo la cabeza de San Juan es obra de este artista (1302) y fue su última obra, puesto que murió en Pisa ese mismo año. La cúpula, en el crucero de la nave con el transepto, fue decorada por Riminaldi mostrando la ascensión de la Virgen. Se cree que Galileo formuló su teoría sobre el movimiento de un péndulo al ver el balanceo del incensario (no es actual) que colgaba del techo de la nave. Esa lámpara de incienso, más pequeña y simple que la actual, está actualmente conservada en el Camposanto, en la capilla Aulla.

Las enormes columnas corintias de granito entre la nave y el pasillo provienen originariamente de la mezquita de Palermo, capturada por los pisanos en 1063.El techo de artesonado de la nave fue reemplazado después del incendio de 1595. La techumbra actual, decorada con oro, muestra el escudo de armas de los Médicis.El elaborado púlpito tallado (1302-1310), que también sobrevivió al fuego, es obra de Giovanni Pisano y es una de las obras maestras de la escultura medieval. Fue almacenado durante la redecoración y no se redescubrió e instaló de nuevo hasta el año 1926. El púlpito está apoyada en columnas lisas (dos de las cuales están montadas sobre esculturas de león) en un lado y en el otro por cariátides y un telamón: este último representa a San Miguel, los Evangelistas, las cuatro virtudes cardinales flanqueando a la Iglesia, y una representación franca y naturalista de un Hércules desnudo. Un plinto central con las artes liberales apoya a las cuatro virtudes teologales.La reconstrucción actual del púlpito no es la correcta. Hoy está no en la misma posición original, que era cerca del altar principal, y la disposición de las columnas y los paneles no son los originales. También las escaleras originales (quizá en mármol) se han perdido.La parte superior tiene nueve paneles dramáticos mostrando escenas del Nuevo Testamento, esculpidas en mármol blanco con un efecto de claroscuro y separada por figuras de profetas: la Anunciación, la matanza de los inocentes, la Natividad, la Adoración de los Magos, la Huída a Egipto, la Crucifixión, y dos paneles del Juicio Final.La iglesia también contiene los huesos de San Rainiero, el santo patrón de Pisa, y la tumba del sacro emperador romano germánico Enrique VII, esculpido por Tino da Camaino en 1315. Esa tumba, originalmente en el ábside justo detrás del altar mayor, fue desmontada y cambiada de posición muchas veces a lo largo de los años, por razones políticas. Al final, el sarcófago aún está en la catedral, pero algunas de las estatuas se pusieron en el Camposanto o en la parte alta de la fachada de la iglesia. Las estatuas originales están actualmente en el Museo dell'Opera del Duomo.El edificio, como varios en Pisa, está también ligeramente ladeado desde su construcción.





El Baptisterio

El Baptisterio, dedicado a San Juan Bautista, fue empezado a construir en el s. XII, “1153 Mense August fundata fuit haec («En el mes de agosto de 1153 fue aquí fundada…»)”, como consta en las inscripciones que hay en los pilares situados junto a la puerta de entrada y Lo diseñó casi por entero el Maestro Diotisalvi, un prestigioso arquitecto toscano de la época, aunque la construcción, sin embargo, no terminó hasta el siglo XIV, cuando la loggia, la planta superior y la cúpula fueron añadidos en estilo gótico por Nicola y Giovanni Pisano.Diotisalvi concibió un edificio religioso de enormes proporciones en mármol blanco y de planta circular en conmemoración a la “Rotonda de la Anástasis”, el grandioso mausoleo situado sobre el Santo Sepulcro de Jerusalén.Es el baptisterio más grande de Italia. Su circunferencia mide 107,25 metros y la altura es de 75 metros. Contando la estatua de san Juan Bautista (atribuida a Turino di Sano) en la parte superior de la cúpula, es incluso unos centímetros más alto que la Torre Inclinada.La magnífica cúpula se sustenta sobre ocho columnas y cuatro pilares con espléndidos capiteles tallados, lo que produce un efecto de luminosidad y de solemnidad sorprendentes. Asimismo es de destacar la acústica del interior.En el centro de la planta se encuentra la elegante pila bautismal octogonal de mármol blanco, obra del insigne escultor gótico lombardo Guido Bigarelli da Como (activo entre 1238 c. y 1257) y en el centro de la pila se alza la hermosa escultura de bronce que representa a San Juan Bautista, realizada en 1929 por el renombrado escultor italiano Italo Griselli (1880-1950).

Junto a la pila está situado el sobresaliente e innovador púlpito de mármol blanco de Nicola Pisano, quien empezó a realizar la obra en 1260.

El Púlpito del baptisterio di San Giovanni en Pisa fue realizado por Nicola Pisano en 1259, marcando el comienzo de un cambio importante en el lenguaje de la representación artística en la Toscana. A diferencia del modelo tradicional del púlpito adosado a la pared, Nicola trabajó un cuerpo arquitectónico independiente de planta hexagonal y sostenido por 7 columnas. Algunas de éstas están asentadas sobre leones, mientras que la columna central descansa sobre un plinto esculpido de figuras de animales y gnomos. Los arcos de medio punto trilobulados muestran la aún vigente influencia bizantina, así como el denominado “horror vacui” medieval, que consistía en no dejar espacios vacíos.

El Púlpito del baptisterio de Pisa está ornamentado con losas de mármol esculpidas con relieves narrativos que representan la Anunciación y la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Presentación en el Templo, la Crucifixión y el Juicio Final; mientras que en los capiteles aparecen intercaladas personificaciones de las Virtudes.
En esta obra, Nicola optó por representar la Natividad con la figura reclinada de la Virgen dominando toda la escena, seguida por la repetición inmediata de la cabeza y la figura de la Virgen de la Anunciación, que crea un poderoso foco de atención en el centro. La firme solidez de las figuras rivaliza con una viva preocupación por las cualidades decorativas: la articulación y la solidez de los cuerpos quedan ocultos bajo los ropajes con nítido modelado de los pliegues que cuelgan. Las personificaciones de las Virtudes muestran una mezcla de figuras de estilo francés y de diseños clásicos, como el contraposto de la figura de la Fortaleza.
En la escena de la Crucifixión nos topamos con un aumento de la gestualidad, el dramatismo y el peso de los cuerpos que genera realismo e induce a una sensación de profundidad. El trabajo de Nicola Pisano es reconocido con gran admiración, pues en todas las escenas existe una claridad similar en la estructura compositiva y en la disposición de las figuras, con el diseño de poses y atuendos repetido una y otra vez. Además, cada relieve se distingue de las molduras de los marcos y, a su vez, éstos se separan entre sí por medio de columnas lisas.
El Púlpito del baptisterio de Pisa fue la primera obra documentada de Nicola Pisano y fijó un nuevo modelo de púlpito que luego continuó su hijo Giovanni en Pistoia; el punto de partida de un estilo que anticipaba las ansias del Renacimiento italiano.



La Torre de Pisa



ALGUNOS DATOS DE LA TORRE DE PISA
* Nombre: Torre inclinada de Pisa.
* Función: Campanario.
* Período de construcción: 1173-1372
* Altura: 56 m, aprox.
* Diámetro exterior en la base: 1 5,5 m, aprox.
* Diámetro interior en la base: 7,4 m, aprox.
* Peso: 14.500 toneladas, aprox.
* Pisos: 7 más el claro
* Número de campanas: 7




CUANDO LOS CIUDADANOS RICOS DE PISA ENCARGARON LA CONSTRUCCIÓN DEL CAMPANARIO, SU INTENCIÓN ERA CREAR UN SÍMBOLO DE SU PODER. EL RESULTADO, SIN EMBARGO, FUE CONTRARIO: LA TORRE INCLINADA SE CONVIRTIÓ EN UN MODELO DEL CARÁCTER PASAJERO, TANTO DE LA ARQUITECTURA COMO DEL PODER.
La construcción del campanario para la catedral de la ciudad toscana de Pisa se encargó al arquitecto Bonanno Pisano hacia el año 1173. Este se propuso erigir un campanario en forma de columna y separado de la iglesia. No obstante, muy pronto se observó que los cimientos de la torre eran demasiado débiles, lo cual provocó que empezara a inclinarse (en un primer momento se ladeó unos 5 cm. hacia el sudeste) tras la conclusión de los primeros tres pisos.
La causa del torcimiento de la obra era el inestable subsuelo sobre el que se estaba levantando la torre. Pisano temió que su fama de arquitecto se viera afectada y mandó parar las obras.

Casi 100 años más tarde, Giovanni di Simone se arriesgó a reanudar la edificación e intentó compensar la inclinación de la torre construyendo verticalmente los cuatro pisos que faltaban. Las consecuencias fueron catastróficas, pues el campanario seguía inclinándose.
Di Simone se dio cuenta de su error y ordenó detener de nuevo las obras por más que el lugar donde debían colocarse las campanas no estuviera construido. En 1298 se midió una desviación de la plomada de 1,43 m, y en 1360 esta cifra ya había aumentado a 1,63 m. Con todo. Tommaso Pisano se decidió a continuar la construcción del campanario y a terminar la obra. Para ello, dispuso el claro de forma vertical sobre el edificio inclinado. En 1372, la torre del campanario quedaba lista para su inauguración.
En los siglos sucesivos, la inclinación de la torre se ralentizó. Se supone que el peso de la misma —unas 14.500 toneladas— terminó por compactar el suelo, lo cual permitió cierta estabilización del edificio. En el año 1835, el arquitecto Alessandro Gherardesca realizó un primer intento de rehabilitación; para ello eliminó el blando suelo lodoso y lo sustituyó por una base de mármol.
En 1350 la inclinación era de 1,40 metros, en 1817 de 3,80 metros y en 1993 de 4,47 metros. Tras las obras la inclinación de la torre retrocedió a los 4,10 metros en 2001 y de ahí a los actuales 3,99 metros.
El resultado fue desatroso, ya que en lugar de proporcionar mayor solidez a la torre, la acción de Gherardesca provocó un nuevo ladeo. En 1918, la desviación de la plomada eta ya de 5,1 tn. Hasta 1990, la inclinación de la torre fue aumentando de 1 a 1,2 mm. anuales. Ante la imposibilidad de revertir esta situación y por motivos de seguridad, el símbolo de la ciudad Pisa fue cerrado a los visitantes el 7 de enero de 1990.

El gobierno italiano ha emprendido numerosas medidas para la conservación de este singular monumento. Asi, en los años 1994 y 1995, se colocaron en la parte norte de la torre 690 toneladas de plomo en forma de barras y a modo de contrapeso; su fijación se realizó mediante la inserción de una serie de anclas enterradas en el suelo, a 40 m. de profundidad. Hasta el momento, la medida funciona, por lo que se ha podido detener la inclinación de la torre. Por el contrario, otros intentos de estabilización, corno inyecciones de hormigón en los cimientos o la congelación del suelo, han resultado un fracaso. En 1998, se aseguró la parte norte de la torre mediante dos cables de acero de 100 ni de largo y 4 toneladas de peso cada uno.
La torre tiene 55 metros de altura, pero sus cimientos sólo tienen 3 de profundidad. Inmediatamente después de que se empezara a construir, el suelo empezó a ceder. Eso ocurrió en 1173, y desde entonces el suelo ha estado cediendo lentamente
Los arquitectos e historiadores del arte se llegaron a abandonar la torre a su suerte. Entre el mes de febrero de 1999 y junio de 2001 se puso en práctica una nueva técnica. En los cimientos de la parte norte se insertaron una serie de tubos que debían permitir la extracción de 30 toneladas de tierra con la máxima seguridad y, a continuación, enderezar la columna unos 50 cm. La nueva técnica dio unos resultados magníficos, de manera que en la actualidad la torre presenta una inclinación moderada, aproximadamente la que tenía hace unos 250 años. A pesar de que es posible que nunca "adopte" la posición vertical por completo, su situación actual puede considerarse como absolutamente estable.
El "paciente" está friera de peligro y podrá sobrevivir sin problemas durante los próximos 2000300 años. El 16 de junio de 2001, se abrió de nuevo el acceso al público, ya que no existe riesgo alguno en la subida a este campanario de 55 ni de altura. Incluso las siete campanas pueden volver a repicar.


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Arte Gótico

Origen y evolución









El Gótico es el estilo imperante en Europa durante los siglos XIII, XIV y XV . Este nuevo estilo “internacional” va a tener diferencias marcadas con respecto a su antecesor , el románico, por la aparición de una serie de cambios culturales políticos y sociales que se corresponden fundamentalmente al resurgimiento de las ciudades y de la burguesía de la llamada Baja edad Media.




Término:Pocos estilos artísticos han sido objeto de tantos intentos de definición, ni de tan diversas interpretaciones, como el arte gótico. Etimológicamente, el término gótico deriva de godo, con un significado peyorativo, equivalente a arte bárbaro y carente de buen gusto. Los humanistas florentinos, sobre todo Giorgio Vasari en 1550, difundieron el conocido esquema histórico según el cual el verdadero arte, el de la antigüedad clásica (Grecia y Roma), desapareció durante la Edad Media por causa de la barbarie «gótica», para volver de nuevo a renacer en Italia desde Giotto hasta Miguel Angel.
El arte del medievo, en su conjunto, fue considerado gótico y bárbaro hasta que los historiadores del siglo XIX, dentro del Romanticismo, modificaron sustancialmente la interpretación del pasado medieval, incluidas sus manifestaciones artísticas. Una nueva visión positiva impulsó el estudio y recuperación del arte de esa época, diferenciándose dos grandes estilos: el románico y el gótico. Sin embargo, algunos historiadores germánicos, entre los que destaca' Wilhelm Worringer, han considerado al estilo gótico como la expresión del alma nórdica, por oposición al clasicismo mediterráneo.


Origen: Francia, y concretamente la región de L'íle-de-France (París), es el lu­gar en el que se produjo su nacimiento a mediados del siglo XII, como ex­presión del poder de la monarquía y de la iglesia de este país. Desde aquí se extenderá a la mayor parte de los países europeos, en los que se llevará a ca­bo una interpretación propia del estilo con unas características que son el reflejo del pasado artístico y de la personalidad de cada uno de estos lugares. Uno de los personajes que más contribuyó a su nacimiento y desa­rrollo fue Suger de Saint-Denis, abad e historiador francés y consejero del rey Luis VI el Gordo. Él fue, además, el encargado de impulsar la recons­trucción de la abadía cluniacense de Saint-Denis, en la cual se ensayaron una serie de innovaciones técnicas y arquitectónicas que anuncian la llegada de la arquitectura gótica.


¿
Evolución o ruptura con el románico?. EL CISTER.¿antecedente del gótico?
Actualmente, el arte gótico no se interpreta ya como el resultado de una evolución coherente a partir del arte románico, de sus principios estilísticos y de sus resultados técnicos, sino, por el contrario, como una antítesis o contraposición de aquél. Si el románico ha sido la expresión artística de una sociedad rural, sometida al régimen feudal, cuya tipología arquitectónica era el monasterio, el gótico va a ser la expresión artística de una sociedad urbana, cada vez más libre, cuya tipología arquitectónica es la catedral. No se puede dar del arte gótico, sin embargo, una
definición exclusivamente formalista, pues algunos elementos artísticos, como el arco apuntado y la bóveda de crucería -es decir, el cruce diagonal de dos arcos sobre los que descansa la bóveda-, existían ya en la arquitectura románica de Normandía y de Borgoña, aunque en el gótico estos elementos se coordinen, creando de este modo un nuevo sistema formal.
Hay quien prefiere anotar como rasgos definidores del estilo, para diferenciarlo y contraponerlo al románico, el impulso en altura y el naturalismo de la decoración monumental. El impulso en altura se traduce en verticalidad, en predominio del vano sobre el muro, en ligereza, luminosidad y espiritualidad; la decoración monumental, por su parte, tiende a liberarse del marco arquitectónico y a vivir su propia vida, renunciando a la estilización y a la esquematización geométrica para adquirir mayor naturalismo: se humaniza la visión de la divinidad. En la catedral gótica, como arquetipo arquitectónico del estilo, cristaliza el nuevo sistema formal, que constituye un todo coherente y armónico, como un ser vivo. Pero este sistema formal, en el que la bóveda de crucería, elevada sobre esbeltos soportes y aéreos arbotantes exteriores, permite convertir los muros macizos en vidrieras traslúcidas, responde a una nueva funcionalidad: la de conseguir un espacio interior de luz coloreada con significado espiritual.
El Císter es otro importante elemento a la hora de establecer los orígenes del gótico: se trata de una orden monástica que surgen Francia al amparo de la personalidad de san Bernardo, quien
arremetió contra la orden cluniacense y condenó los excesos decorativos y la suntuosidad de algunos edificios románicos. Afirmaba que los monstruos que ornaban los capiteles distraían al fiel e impedían la concentración en sus rezos. San Bernardo denuncia las riquezas cluniacenses. “Decidme -les pregunta a los monjes de Cluny-, vosotros que sois pobres (si todavía sois pobres), ¿qué pinta el oro en el santuario?....” La decoración es un lujo que ofende al espíritu de caridad y engaña a la vocación monástica. “Para qué sirve a los pobres, a los monjes, a los hombres espirituales?” El monje debe aprender en los libros y no con la ayuda de las biblias de piedra esculpidas en los claustros y en las portadas. Los edificios de la arquitectura cisterciense son sobrios, carecen de elementos decorativos, emplean con frecuencia la bóveda de crucería y este es uno de los elementos que han invitado a considera arquitectura cisterciense como el antepasado directo de la gótica aunque aquí aún se utilizan de forma románica y los amplios ventanales son de una luz blanca y pura, que no multicolor como sucede en la arquitectura gótica.

LA ARQUITECTURA GOTICA
DEL CISTER AL GOTICO
Tradicionalmente la historia de los estilos artísticos ha presentado la evolución formal del arte de la Edad Media en tres secuencias esenciales -románico, cister y gótico-, interpretadas como fases de una continua evolución en la que al cister se le asignaba el papel de estilo de transición entre el románico y el gótico. Esta lectura unitaria y evolutiva de las formas en el arte medieval ha caído totalmente en descrédito y ha sido sustituida por una nueva visión, cuyos cambios no se explican por imperativos formales, sino como reflejo de las transformaciones sociales. Por ello, las transformaciones artísticas del siglo XII, en vísperas del nacimiento del arte gótico, arrancan de la polémica estética que enfrentó a dos abades, cuando todavía los monasterios tenían un peso decisivo en la evolución del pensamiento medieval: San Bernardo de Claraval y Suger de Saint-Denis.
El pensamiento de San Bernardo, fundador y primer abad de Claraval (Clairvaux), refleja la reacción de la orden cisterciense frente al relajamiento imputado a los monjes cluniacenses, impulsores del arte románico. San Bernardo, en su famosa Apología a Guillermo de Saint Thierry, escrita hacia 1121-1124, arremete contra los excesos ornamentales y figurativos del románico, considerándolos impropios de la austeridad monástica; pero la condena no es global, ya que San Bernardo introduce una diferencia esencial, que va a marcar toda la evolución del arte posterior. Reconoce los motivos de los obispos para que en las catedrales y en las iglesias parroquiales se dé cabida a los adornos materiales y al esplendor del oro y de las piedras preciosas para excitar la devoción del pueblo, que queda al cuidado espiritual de los obispos. Sin embargo, los monjes, que se han separado del pueblo y son hombres cultos y espirituales, no necesitan de tales halagos de los sentidos, debiendo imperar la austeridad en el monasterio. Esta diferencia básica marca la profunda separación entre la arquitectura cisterciense y el arte gótico.
En el polo opuesto al pensamiento del Cister se encuentra la figura de Suger, abad de Saint-Denis (San Dionisio), abadía perteneciente al territorio real de Francia y donde se custodian el panteón real y las reliquias de los santos mártires. Este abad -real consejero y amigo de Luis VI y Luis VII­ dejó por escrito en sendas obras sobre la administración de la abadía y sobre la consagración de su iglesia, los rasgos fundamentales de su pensamiento artístico, que sirven de fundamento y justificación a sus empresas constructivas. Para Suger, que entronca con el pensamiento neoplatónico anterior, toda la realidad material participa de las cualidades divinas, y por ello la contemplación de la belleza material nos permite elevarnos al conocimiento de Dios. Esta interpretación anagógica fundamenta tanto la utilización de las vidrieras de colores en la arquitectura como del oro y las piedras preciosas en los relicarios y vasos sagrados: el resplandor y la luz de las cosas materiales son el claro reflejo de la luz divina. Suger renovó la vieja y oscura iglesia con un nuevo pórtico flanqueado por dos torres (1140) y un nuevo ábside de muros rasgados por vidrieras de colores (1144), que constituyen el germen de la arquitectura gótica.
De este modo, el centro de interés artístico se desplaza del marco rural y despoblado del monasterio cisterciense, caracterizado por su austeridad, al marco urbano de la catedral gótica, cuyos rasgos fundamentales se manifiestan en el brillo y el esplendor de sus formas. Así, el arte gótico va a manifestarse mediante una arquitectura vertical e ingrávida, reflejo de la divinidad, pero que expresará asimismo la opulencia de los burgos -con sus autoridades y ciudadanos que contribuyeron a su realización. Y también mediante unos fastos del color que se extienden a las vidrieras, a los tapices, a los retablos de pintura, a los libros miniados y a los objetos suntuarios.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ARQUITECTURA GÓTICA.

a) Nuevo sistema de equilibrio
con el que el espacio interior del edificio se despeja, desapareciendo los pesados muros y elevando la altura Esto supone:
..........▪predominio del vano sobre el macizo. El muro deja de desempeñar un papel sustentante y se convierte en un mero cerramiento. Los vanos tienen una gran importancia los ventanales, rosetones, galerías, puertas, etc. Estos vanos van decorados con tracería calada. En el siglo XIII el arco cobijaba un rosetón con trifolio o cuatrifolio y dos arcos menores que repetían el mismo motivo. Según evoluciona el estilo la decoración evoluciona progresivamente hasta que en el siglo XV aparecen los ventanales de arco flamígero ( en forma de llama). Para aumentar el movimiento ascendente del vano y del conjunto se suelen completar ventanas y puertas con una moldura angular: el gablete. Las vidrieras son un elemento esencial en la arquitectura gótica . No fueron creadas para dar luz, ya que los templos son sombríos sino para crear un espacio transcendente. Es la luz de Dios la que se recibe en el templo.

▪ Elevación y movimiento ascendente.En el interior se consigue por la altura de los soportes y la relación de altura y anchura de las naves. En el exterior por los pináculos , las torres acabadas en flechas y la decoración en general.

b) Elementos arquitectónicos
▪el arco apuntado: El arco apuntado, que, empleado ya por los abasíes en el siglo IX, se utiliza en el románico borgoñón, es, gracias a su mayor verticalidad, de presiones laterales menores que el semicircular. ventajas:
-mas seguro, menos presiones que el arco de medio punto (disminución de empujes verticales).

- mayor esbeltez, expresa esfuerzo y dinamismo, verticalidad A lo largo del desarrollo del estilo gótico se utilizan otros arcos como el conopial, carpanel, mixtilíneo, el tudor,...

..........▪La bóveda de crucería formada por dos arcos apuntados que se cruzan diagonalmente: La bóveda de crucería o de ojivas góticas deriva de la bóveda de aristas románica, pero se diferencia esencialmente de ella en que el arquitecto gótico descompone la bóveda en dos elementos; los arcos que cruzan diagonalmente como antes las aristas, que son los arcos cruceros, ojivos u ojivas

– de la palabra hispanoárabe aljibe -: los formeros y los fajones o perpiaños, todos los cuales constituyen el esqueleto de la bóveda, y los plementos, paños o témpanos, que, apoyándose en ese esqueleto, cierran la bóveda…...
Ventajas:
- en los nervios se concentran las cargas de la cubierta traspasándose a cuatro puntos.
-la bóveda pasa a ser “ligera” los plementos pueden ser de materiales ligeros, permite hacer el edificio mas elevado. Esta bóveda se adapta a las plantas mas complicadas. La más sencilla es la bóveda cuatripartita pero poco a poco se van enriqueciendo su traza: bóveda sexpartita, bóveda de terceletes y bóvedas estrelladas formadas por terceletes y nervios secundarios como son los combados (nervios curvos que se sitúan en la bóveda con fines ornamentales y no constructivos).Los nervios adquieren un papel definitivo en la construcción ya que en ellos descansa la bóveda haciendo más ligero el plemento y permitiendo hacer el edificio más elevado.
..........▪los soportes:
INTERIOR : Pilares el peso de la bóveda (empujes verticales) se concentran en cuatro puntos, que van a parar a los pilares. Estos adquieren un gran desarrollo en el gótico porque se van adosando a ellos pequeñas columnas a medida que se multiplican los nervios de la bóveda llegando a convertirse en pequeños haces de columnas (baquetones).Al principio estas columnas tienen un pequeño capitel y una basa propias pero llegan a desaparecer formando un solo capitel corrido como si fuera una cinta decorada que da vuelta a todo el pilar.
EXTERIOR: Los empujes laterales de la bóveda de crucería se contrarrestan mediante los
arbotantes y contrafuertes. el arbotante Es un arco o tirante de piedra que arranca en el exterior del edificio donde se produce la carga de la bóveda de crucería y transmite el empuje de esta a un contrafuerte (arco de descarga). funciones:
- estabilidad de las bóvedas. * posibilidad de elevar la altura de las naves.
-refuerzan el carácter ascendente y elevado de los edificios.
-son canales por donde bajan las aguas del tejado.
Las salidas se decoran con gárgolas ( figuras escultóricas).
Además los contrafuertes tienen como misión soportar el empuje lateral de la bóveda que le transmite el arbotante. Para evitar el desplazamiento se le corona del pináculo que es un pequeño pilar terminado en forma apiramidada o decorado en su parte superior. La profusión de contrafuertes con sus pináculos contribuyen a la decoración exterior del edificio y dan ese aire ascendente propio del estilo gótico. El muro: deja de tener un papel sustentante y se convierte en mero cerramiento. “muro pantalla”, que puede sustituirse por vidrieras, las ventanas pueden ir de pilar a pilar.




Decoración de los arcos apuntados

Mientras en lo constructivo, el gótico es consecuencia de la evolución del románico, en lo decorativo esa continuidad no existe. Sin perjuicio de llegar en los últimos momentos a extremos de riqueza y exuberancia que superan a los del estilo anterior, la decoración gótica nace después de la reacción cisterciense, uno de cuyos postulados es, como veremos, el raer todo ornamento.
Los temas geométricos preferidos son los que nacen del arco mismo, por la combinación de curvas de uno o varios centros. El dibujo geométrico o tracería gótica comienza yuxtaponiendo círculos o triángulos curvos, decorados en su interior con arquillos de medio punto o apuntados. El empleo del arco conopial con su doble curva abre en el siglo XV una nueva etapa en la decoración geométrica gótica. El entrecruzamiento de sus líneas crea una serie de curvas y contracurvas que, por semejar el ondulante movimiento de la llama, ha dado el nombre de flamígero al gótico en que se emplea. Los temas decorativos, que hasta entonces son circulares o triangulares, se transforman en una serie de óvalos apuntados de las más diversas proporciones.
Si la decoración geométrica gótica está llena de novedad, donde se advierte que la actitud espiritual del decorador gótico no sólo es diferente, sino opuesta a la del románico, es en la de carácter vegetal.
Cuando ésta se forma, San Francisco ha predicado el amor a la naturaleza y a sus más humildes
criaturas, y ese aliento vital que anima la época, hace que el decorador descubra la belleza natural de las plantas y no sienta la necesidad de transformarlas al esculpirlas en sus edificios. Las preferidas, sobre todo en los primeros tiempos, son las hojas de hiedra, de vid, de roble y de trébol. A su lado va ganando terreno la hoja de cardo, que los castellanos de la época llamaban berza, y que termina convirtiéndose en el tema vegetal corriente para decorar arquivoltas, jambas y capiteles.
Además de estos temas de follaje, en los últimos tiempos del gótico se pone de moda otro, también vegetal, que refleja el agudo realismo característico del gótico tardío. Los troncos de plantas erizados de nudos y muñones y de rugosas cortezas deleitan el cincel minucioso del decorador del siglo XV. Son, además, frecuentes la flor del cardo y la granada, que se emplean sobre todo en los tejidos. La decoración de animales se distingue igualmente por el naturalismo de su interpretación, aunque no por ello se representen monstruos y seres fantásticos, que aparecen entremezclados con el follaje o formando pequeñas escenas o aislados en gárgolas, remates de barandales, etc.
La decoración gótica, como la romántica, se concentra en las puertas, ventanas y claustros, si bien los capiteles son mucho menos importantes desde el punto de vista decorativo. En cambio, en el interior del templo se abren tres nuevos campos, que son las vidrieras de los grandes ventanales, el retablo y la sillería del coro.
Las portadas góticas son abocinadas, como las románicas; pero el tímpano suele dividirse en
varias zonas horizontales, la decoración escultórica de las arquivoltas no se dispone radialmente, sino en el sentido de su curva, y las esculturas de arquivoltas y jambas suelen protegerse con chambranas o doseletes.
La forma apuntada de la portada gótica suele completarse con el gablete o moldura angular, que le sirve de coronamiento. El gablete se aplica también a otros elementos arquitectónicos, como la parte superior de los estribos, pilares decorativos, etc.
La ventana, por su gran amplitud, ofrece problemas inexistentes en el estilo románico. Para cerrar y decorar su gran vano se levantan en su interior una o varias columnillas o baquetones unidos en su parte superior por arcos sobre los que descansa una tracería calada. En los primeros tiempos, esa tracería se limita a uno o varios óculos circulares tangentes; después se enriquece el interior con arquillos decorativos; por último, se introduce la tracería flamígera. En los ventanales del templo los vanos de la tracería se cierran con vidrios de colores. ´



Los muros góticos



Ventanas y vidrieras





La reducción de la estructura sustentante al mínimo imprescindible permitió abrir grandes huecos en los muros de las fachadas. Los artistas de la época pudieron dar rienda suelta a su imaginación creando un arte desconocido hasta la fecha.
Las ventanas del periodo de transición suelen ser como las románicas de arco apuntado. Pero luego se ostenta el verdadero ventanal gótico amplio y decorado en su parte superior con hermosos calados de piedra, los cuales se forman de rosetoncillos combinados, siempre sostenidos por columnillas o parteluces. En el siglo XIV se complica la tracería
multiplicándose los rosetoncitos y adelantando ya el XV se combinan las líneas formando curvas serpenteantes constituyendo el calado flamígero.
Una cosa parecida se observa en los grandes rosetones
que se colocan en lo alto de las fachadas: al principio, toman la forma radiante y sencilla aunque en iglesias suntuosas es algo más complicada. Se multiplican los adornos de la rosa en el siglo XIV y en el XV llega a ser la tracería un verdadero laberinto de curvas enlazadas. No faltan en todas las épocas sin embargo ventanas menores de traza más sencilla y pequeños aljimeces. Ventanas y rosetones suelen cerrarse con magníficas vidrieras polícromas e historiadas donde a su modo se ejercita el arte pictórico monumental ya que apenas le dejan espacio para su desarrollo los escasos lienzos de pared que median entre los referidos vanos en las iglesias suntuosas. Pero en las más humildes se sustituyen las vidrieras por láminas de piedra translúcida y aun tal vez por encerados.






LA ESCULTURA GÓTICA







Características:
Técnica. Hunde sus raíces en la técnica románica del siglo XII cuando el bulto se hace más voluminoso apartándose de la plenitud del siglo anterior. Temática. La temática es totalmente religiosa, los principales temas son: Para los tímpanos de las portadas el Juicio Final, la Pasión de Cristo, la Vida de la Virgen y de los Santos, el crucificado (sólo que ahora expresa el sufrimiento de Cristo en la cruz y no el triunfo sobre la muerte), la Virgen con el niño (sólo que ahora no es mayestática sino una Virgen risueña con su hijo en los brazos), y temas bíblicos. Estética. Se trata de una escultura naturalista, algo idealizada; Desaparecen las características del románico geometrización, hieratismo y desproporción de las figuras; Las obras expresan sus sentimientos, dolor, placer etc. el artista trata de emocionar.
Tipologías. Escultura monumental: En los tímpanos de las portadas y en las arquivoltas y jambas donde se colocan reyes y músicos, o las más variadas imágenes que en lugar de disponerse radicalmente (románico) éstas siguen la dirección del arco. En los capiteles desaparecen los temas iconográficos que se sustituyen por decoración orgánica. Escultura funeraria: El tipo de sepulcro más generalizado es el exento, sobre un túmulo descansa el difunto en posición yaciente, en la cabecera se sitúan dos ángeles incensando, a los pies dos monjes leen, o custodian el sepulcro corderos, leones o perros como signo de fidelidad, los frentes del catafalco contienen relieves que representan a la viuda acompañada de plañideras y monjes portando hachones. El realismo del difunto es evidente. Sillerías de coro: Son frecuentes las escenas bíblicas de lo más variado, realizadas en madera. Función. Finalidad religiosa y didáctica.






LA PINTURA GÓTICA
Características:
Técnica. La reducción del espacio mural determina la paulatina desaparición de la pintura al fresco, la multiplicación de capillas posibilita la generalización del retablo y con ello la pintura sobre tabla, recordar las miniaturas.
Temática y estética. Igual a la escultura.

EL GOTICO LINEAL
Cronología. Se desarrolla en el s. XIII e inicios del XIV, su origen se sitúa en París, consiste en
la ilustración de libros, ya que la pintura sobre tabla no se generalizará hasta después. Características. Las figuras humanas tienen un canon alargado y estilizado (amanerado); Predominio de la línea; Colores planos que rellenan las delimitaciones realizadas por las líneas gruesas como si fuese una vidriera o un esmalte, de hecho tiene su inspiración en la vidriera; los efectos lumínicos se logran mediante panes de oro; No hay volumen; Perspectiva abatida, las figuras aparecen en un marco arquitectónico o paisajístico extraño. Obras. Un buen ejemplo es la Biblia San Luis, en España las Cantigas de Alfonso X el Sabio dedicadas a Santa María, de la segunda mitad del s. XIII, con influencias francesas, italianas y del Islam, presenta un colorido muy suave.

EL GÓTICO ITALIANO
Cronología. Surge en Italia a finales del XIII y se extiende en el XIV, sus autores son los llamados primitivos italianos, que fusionan las tradiciones grecorromanas (naturalismo) con el
gótico, parten de la influencia bizantina la "manieru greca" procedente de Venecia y que tenía en Cavallini y Cimabue a sus mejores representantes, para ir proporcionando una mayor naturalidad. Se distinguen dos escuelas. Escuela de Florencia. Con Giotto di Bondone a la cabeza, supone la ruptura con la "maniera greca", los personajes se inspiran en el natural tratados individualmente, predominio de la línea, colores suaves, primeros electos lumínicos, volumen de las figuras, representación espacial muy primitiva perspectiva caballera formada por rocas y arquitecturas un poco ingenuas. El Llanto ante Cristo muerto en la Capilla de la Arena en Padua es su mejor ejemplo.
Escuela de Siena. Duccio di Buoninsegna y Simone Martine mezclan la tradición gótica y la maniera greca, por ello realizan una pintura muy decorativa, no se inspiran en el natural, sino que sus personajes manifiestan una belleza idealizada con un canon alargado y estilizado (amanerado), rostros ovalados y ojos almendrados, con el predominio de la línea, predominio del color dorado con la intención deliberada de recrear un mundo divino, ajeno y superior al presente, efectos lumínicos mediante colores dorados, hay volumen y una perspectiva abatida. Destacan la Maesfá de Duccio y la Anunciación de Simone MartÍn. Esta pintura tiene su reflejo en España con Pere Sena y Ferrer Bassa.

EL GÓTICO INTERNACIONAL
Cronología. Esta tendencia se corresponde con la escultura expresionista de finales del XIV y
se generalizará en buena parte de Europa, es una síntesis de la pintura italiana y la de Borgoña, desde un punto de vista sociológico representa el modo de vida de una nobleza en horas bajas, ilumina los Libros de Horas que sustituyen en el XIV al salterio como libro devocional y artículo de lujo, cuyo contenido trata sobre las horas de la Virgen y los Santos. Características. Se trata de una pintura elegante; Predominio de la línea; Colores brillantes e irreales; Hay algunos efectos lumínicos; Hay poco volumen; Hay perspectiva caballera, en un marco arquitectónico y paisajístico fantástico. Obras. Sirve de ejemplo Las muy artorell con su San Jorge es uno de sus mejores representantes, y en Castilla el Retablo de la Bañeza de Nicolás Franés.

EL GÓTICO FLAMENCO
Cronología. Se desarrolla a comienzos del XV en los Países Bajos posibilitando la posterior Escuela flamenca de pintura, en un contexto de prosperidad económica y el mecenazgo de los duques de Borgoña, de la Iglesia y la burguesía. Características:
●Las mejoras técnicas como la pintura al óleo y los instrumentos ópticos, cuyo uso permitirá la
realización de veladuras, colores con brillo y un gran detallismo por su secado lento.
●Pintura realista, tanto en el tratamiento de los personajes (en algunos casos auténticos retratos) como en el estudio de las
calidades de objetos.
●Desarrolla una iconografía dotada de una fuerte carga simbólica, ambientada en paisajes evocadores o en interiores burgueses.
●Entre los principales representantes destacan: los hermanos Hubert y Jan van Eyck que perfeccionaron la técnica del óleo, su obra está dotada de gran armonía y muestra su preocupación por fos efectos lumínicos, su obra más importante es el Políptico del Cordero místico, Jan van Eyck por solitario fue autor de importantes retratos como la Viryen del canciller Rolin, Matrimonio Amolfini, Virgen con el Canónigo Van der Paele; Roger Van der Weyden fue discípulo de Robert Campin autor del Díptico de Santa Bárban, su obra adopta una tensión dramática y gana fuerza expresiva, que se refleja el Descendimiento del Museo del Prado, su arte es menos intelectual, con colores muy vivos.

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El Arte Románico

Origen y evolución



Es un estilo arquitectónico surgido en el siglo XIX, intentando simplificar así, al mismo tiempo que unificar los estilos bárbaros y romanos, pero pese a las influencias recibidas, la originalidad que expresan es muy fuerte, representando al mismo tiempo la realidad tanto material como espiritual de toda esa época.
Este estilo artístico arquitectónico surge en un momento que Europa vivía cierta paz, ya que las grandes invasiones habían culminado y al mismo tiempo comienza a vivirse una cierta estabilidad económica, con el respectivo crecimiento que ésta conlleva, renovando las herramientas de trabajo y renaciendo la vida urbana en general, priorizando por sobre lo demás la construcción.
Colegiata de Santa Cruz en Castañeda, Cantabria, claro ejemplo de arquitectura románica
Mientras tanto, comienza a resurgir el fervor religioso y de renovación de la vida en la Iglesia en general, y es este el momento donde surgen las nuevas grandes órdenes monásticas como la de los Citeaux, además de comenzar a construirse edificaciones de este estilo como las parroquias, mientras surgen con gran fervor las peregrinaciones, principalmente hacia Santiago de Compostela .
Pero este estilo se expandiría por varios sitios, aunque se crea que sólo se encuentra en España
, también los vemos en territorios alemanes, franceses, italianos e incluso en Inglaterra. Y es verdad también que en cada uno de estos sitios han manifestado diferentes estilos, pero todos y cada uno de ellos se desprenden de una matriz única, que es un arte monástico y rural.




Pero es claro que como toda manifestación artística, la influencia recibida le termina demarcando ciertos puntos similares con ese estilo, y aquí vemos un conjunto de influencias como el romano, el bizantino e incluso el oriental, además de las escandinavas, germanas e incluso célticas, por lo que se conforma como resultado de un proceso que duró años, uniendo todos los elementos de cada una de las tendencias mencionadas, y que explotaría en el siglo XI, llegando así a su máximo esplendor.
Las máximas creaciones de este estilo se presentan en la arquitectura religiosa, donde se pueden apreciar algunos elementos característicos, siendo el principal la bóveda, aunque ya existía anteriormente, pero aquí cobra su real valor. Esto le otorgaba al recinto una seguridad mucho mayor, ya que el techo anterior se constituía de madera, lo que facilitaba que tras un incendio se destruyera.


...................... Bóvedas de medio cañón, característica fundamental del románico


Para su conformación se utilizaban piedras talladas y apoyadas una sobre otra, lo que permitía así la formación de ellas a partir de que todas las partes eran fundamentales. La más empleada era la bóveda de medio cañón cuya forma era semi-cilíndrica y la siguiente, la de aristas que se formaba por el cruce en ángulo recto de dos bóvedas de medio cañón del mismo diámetro entre otras.
El primer arte cristiano empleaba asimismo, la planta basilical, que será transformada por el románico más que nada por agregarle algunos detalles. Por ejemplo que las naves serían atravesadas transversalmente por el transepto, de esta forma se determinaría un plano de cruz latina. En el espacio donde se interceptaban el transepto y la nave, se solía colocar una alta torre o campanario, pero también es común que las torres aparezcan a ambos lados de las fachadas, como alternativa.
Luego se ampliaría el ábside, que era la parte opuesta a la entrada de la Iglesia, quedando integrada gracias a esto al deambulatorio y al coro, lo que permitía una mejor circulación de fieles. Además se le agregarían los absidiolos, pequeñas capillas internas.



Plaza de la Iglesia de San Martín en Palencia, donde se ve la formación de cruces latinas


Un detalle no menor para resolver era cómo levantar una cúpula de base circular, y para ello planearon dos soluciones. Una era basándose en trompas, pequeñas bóvedas tanto cónicas como esféricas constituidas en el ángulo del cuadrado, de esta forma, todas ellas terminarían formando un octógono que servirían de apoyo para las cúpulas. La otra solución fue utilizar pechinas, triángulos cóncavos que rellenaban los cuatro espacios que se ubicaban entre los arcos de apoyo, formando así una fuerte base circular para apoyar la bóveda.
Ahora sólo resta nombrar un detalle de su construcción, donde he escuchado directamente brutalidades que en definitiva sólo asesinan a la Historia del Arte. Sabido es que no se empleaban ventanales en este estilo arquitectónico, y me llamó la atención una profesora que una vez dijo que se debía a que no se conocía el vidrio….prefiero no opinar sobre el tema.
Pero por si lee esto alguna vez, aclararé que ese material por supuesto que existía en esta época, pero no se empleaba en las ventanas, por dos motivos: el primero es por seguridad, ya que no querían debilitar mucho los muros con grandes aberturas. El segundo motivo, es porque no se podía, debido al estilo propio de la construcción, insertar un vitral en sus muros, por el espesor que presentaban los mismos.
Recién en el arte gótico, luego de las influencias de Cercano Oriente, conocen las famosas ojivas, y allí es cuando comienzan a edificar con este estilo, lo que les permitía colocar los vidrios de los ventanales y en definitiva iluminar las iglesias. Una iluminación que en el arte románico, brilla por su ausencia, cediéndole a los lugares un cierto aire de misterio debido a las penumbras.





Arco de medio punto




El arco de medio punto, en arquitectura, es el arco que tiene la forma de un semicírculo. Es el elemento principal de la arquitectura abovedada. Antiguamente solía estar conformado por dovelas de adobe, ladrillo o piedra. Comenzó a emplearse en Mesopotamia (Arquitectura caldea) en el tercer milenio adC. Su uso pasó a la Arquitectura etrusca, y de ésta a la Arquitectura romana, que lo difundió por las regiones del Mediterráneo. Es característico del arte romano y de todos estilos que derivaron de él, como la Arquitectura románica, la Arquitectura renacentista y la Arquitectura barroca.






Las puertas y ventanas

Las puertas se hallan formadas por una serie de arcos redondos concéntricos y en degradación apoyados en sendas columnillas de suerte que todo el conjunto forma una especie de arco abocinado y moldurado contribuyendo al mayor efecto visual el mismo grosor del muro que suele formar allí un cuerpo saliente. Algunas portadas carecen de dintel y de tímpano pero por lo general se hallan provistas de uno y otro y entonces se esculpen sobre el último relieves simbólicos o iconísticos y a los lados de la portada o en las jambas y aun en el mismo arco abocinado se disponen variadas series de labores ornamentales en relieve, flanqueándose, a veces, con estatuas el ingreso en las iglesias más suntuosas.




Las ventanas se abren casi siempre en la fachada y en el ábside y algunas veces en los muros laterales. Son bastante más altas que anchas y terminan por arriba en arco doble, generalmente plano o de arista viva apoyado sobre columnitas como las de la portada y cuando estos arcos se rodean de molduras finas o baquetones o bien las ventanas han dejado la primitiva estrechez, pertenecen a la segunda época del estilo. Hay también ajimeces, óculos y pequeños rosetones, correspondiendo estos últimos al último periodo. Se cierran las ventanas con vidrieras incoloras o de color en algunas iglesias suntuosas o con láminas traslúcidas de alabastro o yeso cristalino o con simples celosías de piedra perforada y en las iglesias pobres con simples telas blancas enceradas o impregnada con trementina. De aquí que hayan de ser poco extensas las ventanas de esta época (lo mismo que en la precedente) hasta que se fue ensayando y generalizando el uso de grandes vidrieras.



CARACTERÍSTICAS



Elementos sustentantes y cubiertas. Empleo de arcos de medio punto, como soporte se utiliza la columna y el pilar, este puede tener columnas adosadas, en el exterior, para ontrarrestar los empujes de las bóvedas aparecen contrafuertes. La bóveda de cañón suele estar
reforzada por arcos fajones que descansan en los pilares, es característico del Románico, igual que la bóveda de crucería lo será del gótico, este sistema se utiliza para cubrir la nave central, para las naves laterales se emplean bóvedas de arista, formadas por la intersección de dos bóvedas de cañón. Pero este tipo de construcción realizaba enormes empujes hacia los costados, por lo que para evitar un derrumbe comenzaban a crearse muros más espesos, arcos dobleros, que reforzaban interiormente la bóveda y los contrafuertes exteriores que reforzaban el muro. El cimborrio (cúpula torre) se sitúa encima del crucero (lugar de se cruza la nave central y el transepto), se soluciona mediante trompas por influencia oriental o pechinas por influencia bizantina, sirve para iluminar el interior del tempo. La tribuna se sitúa encima de las naves laterales, sobre todo en las iglesias de peregrinación, sirve para conseguir mayor altura y mayor luminosidad (los vanos se sitúan en la parte superior de la nave central), pero sobre todo para acoger a la masa de fieles.
Materiales. Se utilizan la piedra, la madera, el ladrillo y el sillarejo. El muro está formado por dos paredes de sillería de piedra donde los huecos se rellenan de ripio.
Ornamentación. Dos torres gemelas flanquean la entrada dando aspecto al templo de ortaleza de la fe cristiana. El Románico creará un modelo de portada continuado por el Gótico, es de estructura abocinada, compuesta por las arquivoltas que rodean la parte central: el tímpano. Estas se prolongan por medio de unas columnitas delimitadas por las jambas. El parteluz divide en dos al vano que se remata por un dintel, encima del cual se sitúa el tímpano. El conjunto se llena de esculturas que responderán a un programa iconográfico.

Plantas. Las iglesias románicas tienen referencias basilicales predominando las plantas de cruz latina, el brazo principal es de tres o cinco naves, siendo la nave central más alta y más ancha, el brazo lateral (transepto) de una o tres naves. Las naves del brazo principal terminaban con un ábside semicircular, es frecuente también que haya absidiofos en el transepto, y que aparezca una girola o deambulatorio que permite deambular en derredor del altar mayor, posibilitando el trasiego de los peregrinos y la disposición de capillas absidiales. Si la iglesia forma parte de una abadía o monasterio, también encontramos un daustro, patio porticado alrededor del cual se sitúan las estancias del monasterio: refectorio, sala capitular, celdas de los monjes etc.






El muro románico




Los grandes espacios y volúmenes de estos templos, siguiendo formas prerrománicas, se muestran más rotundos en sus estructuras prismáticas merced a los muros de grandes superficies lisas en las que apenas son perceptibles los vanos. Pero si esto es una constante en la mayoría de los edificios otonianos, también veremos, en estos momentos, cómo se inicia una experimentación arquitectónica preocupada por dinamizar los paramentos de los muros. Es un interés por la estética arquitectónica que sólo percibimos en grandes obras, donde se aprecia que el arquitecto insinúa tímidamente un deseo de ruptura con el tradicional muro inarticulado, pero sólo aplicado a puntos muy concretos del conjunto. Es una tendencia coetánea a las primeras experiencias del primer románico y ligeramente posterior a realizaciones bizantinas similares.La restauradísima fachada de San Pantaleón de Colonia nos muestra el interés de su constructor por evitar las grandes superficies paraméntales lisas y pesadas. Bandas verticales, líneas de impostas y series de arquillos dinamizan la superficie de un muro que sin ellos se vería tremendamente pesado y monótono. La sabiduría arquitectónica de este constructor le lleva a articular los volúmenes con una rica disposición escalonada de los mismos, evitando que éstos se prolonguen en exceso bajo las mismas formas volumétricas. A este respecto, obsérvese las torres laterales que, arrancando el suelo en sección cuadrada, a media altura se convierten en octogonales, para terminar circulares. Que esta concepción de fachada y volúmenes corresponde al proyecto original, y no a transformaciones posteriores o al pastiche de los modernos restauradores, nos lo confirma la abacial benedictina de Münstereifel, que la reproduce, muy fielmente, en toda la organización de sus volúmenes, a principios del XI.La iglesia benedictina de Mittelzell, en la isla de Reichnau (lago Constanza), presenta, ya a fines de la primera mitad del XI, una gran torre occidental, cuyo paramento aparece geométricamente fraccionado por el resalte de una decoración de bandas y arquitos similares a los que hemos visto en Colonia y a los que también contemplaremos en muchos de los edificios del primer románico.Pero, con toda seguridad, la gran aportación de la arquitectura otoniana a la historia del templo cristiano medieval es la preocupación por buscar una armónica disposición de los muros laterales que configuran el espacio de la gran nave central. Basta comparar las naves de templos como Hildesheim o San Jorge de Reichenau-Oberzell con la de Santiago de Compostela o la de las posteriores catedrales góticas para darse cuenta cómo se ha ido transformado este muro. En la historia de este proceso experimental, edificios como San Ciriaco de Gernrode y la catedral de Espira constituyen hitos fundamentales.Genrode se funda por iniciativa del margrave Gero en 959, poco después de la muerte de su hijo Sigfrido, para asegurar el futuro de su nuera Hedwige. La obras debieron transcurrir con cierta celeridad pues, a la muerte del fundador, 965, pudo ser enterrado en una parte de la iglesia ya construida. Para lo que aquí nos interesa, dejando aparte distintas transformaciones posteriores, antes de finalizar el X, la nave central estaría construida tal como la contemplamos en la actualidad: los muros laterales se organizan en tres niveles horizontales claramente definidos. Abajo, la arcada del intercolumnio; sobre éste, una arquería corrida como una loggia; por último, el orden de ventanas que iluminan el templo. La principal diferencia con las basílicas de tradición carolingia era la introducción de ese nivel intermedio con los vanos de la tribuna. La incorporación de este elemento funcional -la tribuna- rompe la monotonía de un muro que antes se mostraba liso desde las ventanas superiores al intercolumnio de abajo. ¿Por qué se emplea aquí?.Los especialistas han discutido sobre la pervivencia de estas tribunas en las basílicas occidentales desde época paleocristiana; la opinión más generalizada es que su uso sólo pervivió, y con gran desarrollo, en la arquitectura bizantina. Los contactos del mundo otoniano con Bizancio, que favorecen la presencia de artistas griegos trabajando en Occidente, pudieron contribuir a la introducción de su uso, máxime teniendo en cuenta que se trataba de una iglesia para una comunidad de monjas.La arcada de la tribuna hizo ver a los arquitectos que era una bella forma de articulación muraria. En. la iglesia de San Esteban Vignory (Alto Marne), hacia 1020, los vanos que separan las ventanas del intercolumnio ya no responden a la presencia material de una tribuna, sino que tienen un valor decorativo que aligeran la pesadez del muro a la vez que lo dinamizan.Antes de las grandes transformaciones ya románicas de la catedral de Espira, llevadas a cabo por Enrique IV, su nave central había sido concebida por los constructores de Conrado II (990-1039) con unos muros laterales articulados por pilares con una columna en su frente, que ascendían por el muro disponiendo un arco doblado sobre cada ventana. La conjunción de esta solución articulatoria con la de Gernrode-Vignory dará origen a las formas equilibradas de las grandes iglesias del románico pleno. También se darán en Espira experiencias sobre el escalonamiento de vanos, que permitirán, durante el románico pleno, disponer elementos esculturados en los resaltes de los vanos.


Los contrafuertes



Los soportes característicos de un edificio románico son el pilar compuesto y el estribo o contrafuerte adherido exteriormente al muro. Los contrafuertes tienen por objeto reforzar los muros y servir a la vez de estribo o contrarresto a los arcos y bóvedas (servicio que también prestan los pilares compuestos): son visibles al exterior, lisos y de forma prismática. Pero cuando se adhieren a los ábsides aparecen frecuentemente a modo de columnas que sostienen el alero. Los muros están formados de sillares desiguales con poca regularidad en las hiladas.




Edificios románicos principales en Italia


Ver Principales edificios románicos en Italia en un mapa más grande





La escultura románica

Los siglos XI y XII conocen el renacimiento de la plástica. Triunfa la escultura monumental, hay una sabia armonía entre el edificio y la ornamentación escultórica. Siendo en el exterior donde se acumula, con objeto de atraer la atención de los fieles. Esta decoración tiene un fin didáctico. Siendo muy sencillo, la iglesia empleó este método plasmando catecismos y tratados religiosos en piedra que entraban por los ojos quedándose grabados en la mente de aquellos hombres.Las columnas y el mainel (elemento vertical que divide la portada o parteluz) de la portada se decoran, a veces con estatuas adosadas (estatuas columnas). A las arquivoltas se ciñen figuras humanas, animales y de toda índole. Los tímpanos semicirculares situados sobre las portadas son el lugar predilecto del escultor románico. Allí se dispone el Pantocrátor (Dios Todopoderoso) rodeado del Tetramorfos o símbolo de los cuatro evangelistas. También se nos muestra el dios justiciero, en el juicio final encerrado en una mandorla, distribuyendo benditos y réprobos a derecha e izquierda respectivamente. El muro queda desnudo por lo común.Los capiteles se convierten en algo lleno de vida. Son capiteles instructivos, historiados, que encierran temas a veces de un complicado desarrollo. La decoración alcanza en ocasiones a las mismas basas de columnas.El ábside es otro sitio acondicionado para la ornamentación, ciñéndose los motivos a la forma de las ventanas. Por el interior la escultura escasea, tan sólo se ve en los capiteles y en las enjutas de algunos arcos.El estilo de las figuras románicas responde a un ideal abstracto. Son fórmulas ideales, geométricas. Se halla en el lado opuesto del naturalismo. Los autores siente una gran repugnancia a representar imágenes y temas cristianos conforme a la naturaleza; la religión se nos ofrece a distancia, abstracta e intocable.En las representaciones se procura destacar la conciencia viva del pecado, el temor a la condenación y la necesidad del arrepentimiento. El gran desarrollo que alcanza el tema del juicio final testimonia el horror a la condenación que se pretende inculcar. El pecado adopta una forma repelente. La lujuria aparece representada generalmente por una figura de mujer a la que serpientes y sapos roen sus vergüenzas. Estas esculturas constituyen verdaderos discursos pétreos más operantes que las propias palabras del predicador.Para representar al demonio se acude a formas animales. Se desarrolla una auténtica demoniología. Y los demonios aparecen bajo un aspecto ridículo para que los fieles se convenzan de que es una estupidez servirles. A la risible figura de Satanás se opone la mayestática figura del Señor o la Virgen. Lo feo se pone al servicio de lo malo, de igual suerte que la belleza sublime es atributo de Dios.Al llegar aquí surge el problema del simbolismo del arte románico.Los historiadores del arte se dividen en dos: Para unos la ornamentación del arte es un capricho, para otros es un simbolismo.Temas: de diablerías, juegos, con intención humorística. Otros de abierto matiz obsceno, intenta sacar a la superficie las lacras de la sociedad para que cada cual se formara idea de la monstruosidad del hecho y lo condenara. Es preciso reconocer que hubo una gran sinceridad pues se sacan a pública subasta los pecados y delitos de todas las clases sociales, incluyendo los de los propios religiosos. Cuando se representa el infierno desde estos tiempos será frecuente ver precipitarse en él, entre hombres de distinta condición, a los eclesiásticos.El ideal abstracto de las figuras románicas está sometido a los elementos condicionantes: adaptación al marco y la adaptación a la función.La adaptación al marco es normativa de todo estilo observándose con mayor rigor en el arte griego y románico. Según ésta es el marco el que impone condiciones: a él se han de adaptar las figuras.En virtud de la adaptación a la función, los elementos de la ornamentación románica se supeditan a la tectónica de la arquitectura. En los capiteles, las finas volutas del capitel corintio se sustituyen por figuras, que fingen sostener o apuntalar los extremos o salientes de aquél. También en las estatuas-columnas, las primeras se adaptan al marco de las segundas, tomando una forma alargada.La escultura románica se nos ofrece como una reproducción en gran escala de los marfiles y miniaturas.En el románico se constituyen una serie de tipos de los cuales los principales son el de Cristo crucificado y el de la Virgen:Cristo se halla sujeto a la cruz con cuatro clavos, estando separados por tanto los pies; los brazos se disponen rígidos ciñéndose al marco, a la cruz sin sentir el peso físico. En la cabeza lleva una corona real y no de espinas como corresponde a su condición de Rey de reyes. No sufre, no experimenta dolor, es un Cristo hermético, unas veces se encuentra vestido con larga túnica, otras con un faldón que va desde la cintura a la rodilla, en el gótico el Cristo cambiará, se doblan los brazos, acusa el peso y las piernas se cruzan sujetas con un sólo clavo.El tipo de Virgen deriva del arte bizantino. Es imagen sedente, ostentando corona. El Niño está sentado en el regazo y menos comúnmente sobre la pierna izquierda, bendiciendo o con el libro en la mano. Ambas figuras están rígidas sin que exista comunicación de madre e hijo. Sólo excepcionalmente y ya en las postrimerías del románico aparece la Virgen amamantando al Niño. El Niño Gesteáis en el románico no es niño sino Dios.El Dios románico inspira terror.





La pintura romanica

Nos encontramos ejemplos de pintura durante el Románico en miniaturas, frontales y frescos murales. De éstos últimos son de los que vamos a hablar. Como los principales ejemplos del estilo conservados son religiosos, la temática de la pintura también lo será. Dentro de la arquitectura románica se integran prácticamente en exclusiva las otras dos grandes manifestaciones de las artes pláticas, tanto la escultura como la pintura (hay escultura exenta y otros ejemplos de pintura además de la mural, como ya hemos señalado, pero la mayoría está en función de la arquitectura). Como el sistema constructivo románico se basa en el abovedamiento a base del arco de medio punto prolongado en el espacio, es decir el uso de la bóveda de cañón, es necesaria la presencia de gruesos muros que contrarresten la serie de presiones que ésta genera. Pero estos gruesos y abundantes muros, se destinarán además a cumplir otra importante función, la didáctica, lo mismo que la escultura, colaborando a la concepción general del edificio como una representación del microcosmos cristiano.
Como durante el período que sucedió a la caída del Imperio Romano, la pintura mural, prácticamente desapareció (cuestión de economía de medios), los artistas románicos se inspiran en la miniaturas de los códices mozárabes y en el mundo bizantino. De Bizancio toman la concepción de la silueta, a base de grandes líneas y el aire hierático, atemporal de las figuras. De los códices miniados, las estilizaciones del dibujo, los pliegues de los ropajes paralelos, caligráficos y algunos rasgos desorbitados que, en ocasiones hace que se pierda la impasibilidad bizantina, para asumir pasiones más humanas.
Técnicamente esta pintura se realiza al fresco sobre muro, diluyendo los colores en ocasiones con aceite, cola, goma o clara de huevo para realizar los retoques finales. Su concepción estética es semejante ala escultura, mostrando escenas y figuras dotadas de elementos antinaturales, tendentes a la abstracción, con grandes ojos geometrizados y formas esquemáticas, como corresponde a este movimiento artístico que busca trasmitir vivencias religiosas más que formas reales. Se trata de unas figuras dotadas de gran expresividad que, a través del gesto, manifiestan sus pensamientos.
Es una pintura frontal, plana, carente de volumen, bidimensional. Los leves efectos de modelado se logran con recursos tales como el uso de líneas paralelas hechas con tonos oscuros y claros para acusar el bulto. Los colores planos, sin gradación tonal, corresponden a un mundo medieval lleno de simbolismo. Los fondos son lisos y casi sin ambientación espacial o paisajística. La perspectiva no interesa, graduándose la profundidad a través del uso de anchas franjas de colores.
El dibujo es muy importante, pues mediante trazos gruesos se realizan los contornos, de forma que se asemeja a la fabricación de vidrieras o esmaltes, separando con un trazo negro cada superficie cromática.
La temática más utilizada la podemos dividir en tres grandes grupos, las que tratan de la “manifestatio” de la Divinidad, es decir representan temas como “Pantocrátor” o “María y el Niño”, situadas en el lugar más destacado de la iglesia; las de escenas de “testificatio”, normalmente representaciones de los apóstoles, situadas bajo las anteriores y las de “narratio”, sobre todo de milagros de Cristo, colocadas en lugares secundarios.




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